El español también se pervierte imparablemente en EE.UU. que da pena a veces oirles hablar nuestra lengua. Y no sólo por los anglicismos sino que la gramática también se pervierte espantosamente.
Pero lo más triste es Puerto Rico, esa isla española vilmente robada, en la que ahora la lengua propia es eso que llaman spanglish.
Marcadores