Re: Cada vez son más los hijos que maltratan a sus padres
De lo único que tienen datos, son los relativos a la violencia contra las mujeres. Nada de la violencia contra los mayores, de algunas mujeres contra los hombres, de la violencia contra los niños, de la de los adolescentes y otras hierbas contra sus padres, de la violencia contra los animales de compañía, de la que se ejerce contra los animales no domésticos y la Naturaleza en general, de la que ejercen matones chulitos de mierda en los institutos contra los profesores o contra sus compañeros, de la que soporta la Iglesia con toda clase de ofensas y burlas, de la violencia contra la Patria, de la que se dirige contra inmigrantes que nada han hecho y sólo por ser diferentes, de asesinas y asesinos que matan inocentes antes de que nazcan.
Este es un país invadido de matones y "matonas" a los que habría que darles en sus propios cueros, de parásitos que nada aportan, de mierderos mentales que no sirven para nada. España necesita, lo está pidiendo a gritos, una buena depuración.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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