De François de la Chevalerie
Durante mi última estancia en México me impresionó la presencia desmedida del epíteto "narco" tanto en los canales de información como en las pláticas callejeras. Narcobodega, narcoviaje, narcocasa, narcolimosnas, etcétera. El epíteto se extiende hacia el extranjero con los narcochinos o los narcocolombianos. ¿Será verdad que una fraternidad de narcos se apoderó del mundo?A pesar de una cierta resistencia, el término se grabó en mi cabeza. Sin darme cuenta, empecé a hablar el "narcoidioma" volviéndome un narcoconsumidor de la palabra. "¡Te echaré una narcollamada con miras a que no gastes demasiado!", a mi esposa. "¡Si no trabajas bien en la escuela, te mandaré a donde los narcos!", a mi hijo. "¡No andes de narcotonto!", a mi otro hijo. "¡Por favor, señora, un narcopleito no vale la pena!", a mi suegra, que es bastante gruñona. "¡Simplemente no puedo, no tengo narcorrecursos!", a mis empleados que pedían aumento de sueldo.
Con esta contaminación y en busca de información en internet llegué a una comunidad virtual de narcovigilantes, quienes se dedican a fortalecer el neologismo. Y dicen que de ninguna manera forman un narcopartido, pero les fascina la narcomoda. Y hay 100 mil miembros, en Ciudad Juárez, en Medellín, y yo que vivo en Francia, tal como los demás me definen, un narcofrancés.
Inexorablemente, el encanto mexicano se exportó a tal grado que un internauta presumía cantar La vie en rose con narcoacento.
Por ser tan productiva, la palabra debería originar más beneficios que Pemex. ¿A quién hay que pagar los derechos de autor?, ¿al pueblo mexicano, cómplice y víctima de la invención?¿ O a tal cartel norteño ? Por miedoso, no me atrevo a divulgar un nombre equivocado. Lo admito, no me animo a recibir un balazo de uno narco enojado, dueño exclusivo de la patente.
Debido a mi narco enfermedad, visité a mi psiquiatra. “Eso viene de muy atrás, comenté, cuando mi Papa me pegaba. En tal entonces, no sabia como interpretar su actitud. ¿ Seria malo o bueno ? No tenia la repuesta. Ahora lo sé, se comportaba tal como un narco. Aunque duela, una narco cachetada hace parte de la educación.“ “Usted sufre demasiado, analizó, tiene que ver las cosas de un lado positivo. Cuando su Papa le pegada, asumía algo de amor. Deje su narco pesimismo, concluío el doctor, dale el giro, un narco optimismo es menos estremecedor”. Ya con eso, tomé una narco pastilla, lleno de esperanza. Seria mañana, otro narco día o algo mas suave, un día cualquiera ? El día siguiente, madrugando, leí una noticia sorprendente en el periódico : “ ¡Ya se dio el toque, los federales mandaron los narcos afuera de la ciudad!” Por fin, me sentí mas ligero, amando la vida, furiosamente libre. Se me había bajado el refrán.
Eso de narco-x fue un invento de los medios de comuniación, que efectivamente, no han visto límites al uso de la palabra. Hace poco más de un año, se reunieron diversos medios nacionales para limitar la exposición de la violencia y exhaltación de los delincuentes, mediante un control de imagenes y lenguaje, donde se supone que no iban a usar esa palabra pero en cuanto tienen una nota "fuerte" no dudan en usar dicha palabra. Ya hasta hemos tenido narcodiputados, narcosecuestro, narcopolicía, narcobloqueos, etc.
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