"El nombre de España, que hoy
La propaganda sionista lo domina todo. Pero actualmente en el Libano todas las comunidades religiosas se respectan en torno a lo que afecta a la fe. Por ejemplo el Libro titulado El Codigo Davinci, no se encuentra en las liberias cristianas, pero también esta prohibida en las musulmanas o drusas.
"El nombre de España, que hoy abusivamente aplicamos al reino unido de Castilla, Aragón y Navarra, es un nombre de región, un nombre geografico, y Portugal es y será tierra española, aunque permanezca independiente por edades infinitas; es más, aunque Dios la desgaje del territorio peninsular, y la haga andar errante, como a Délos, en medio de las olas. No es posible romper los lazos de la historia y de la raza, no vuelven atrás los hechos ni se altera el curso de la civilización por divisiones políticas (siquiera eternamente), ni por voluntades humanas.
Todavía en este siglo ha dicho Almeida-Garret, el poeta portugués por excelencia."Españoles somos y de españoles nos debemos preciar cuantos habitamos la península ibérica" .España y Portugal es tan absurdo como si dijéramos España y Catalunya. A tal extremo nos han traído los que llaman lengua española al castellano e incurren en otras aberraciones por el estilo."
Marcelino Menéndez Pelayo.
Miembro Respetado
Bueno, bueno.
Efectivamente, puede ser oportunismo.
El islam, siempre, ha sido enemigo de España y de la Catolicidad. Siempre.
"La Verdad os hará libres"
Miembro Respetado
Así es, hermano Cirujeda. Oportunismo puro, chanta, e incríble. Los terroristas musulmanes podrán no tener medios económicos suficientes, pero lo compensan muy bien con ingenio.
Lo único que faltaría sería que nos metamos en una guerra contra los judíos, y terminemos dándoles una mano inmensa a ellos.
Debe quedar claro que ambos(sionismo e islamismo) son igualmente enemigos del cristianismo.
Technica Impendi Nationi
Después del judaísmo, que es quien abre esta noticia y son los enemigos primeros de España y la Catolicidad, sin duda.Iniciado por Cirujeda
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
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