Y los mallorquines auténticos, que eran pocos y cada vez son menos, se plantean que en mala hora se les ocurrió convertir la isla en "destino turístico". Ya llevan años soportando las broncas y peleas continuas, particularmente nocturnas y regadas abundantemente, entre gamberros británicos que nada tienen que ver con los exquisitos modales y elegancia proverbial de las clases pudientes de "su" Imperio, y alemanes que desdicen por completo la fama de serios, disciplinados, respetuosos y señoriales de la que justamente gozaban. Y es que si en España hay "dos Españas oficiales" que no han superado las guerras civiles del XIX y el XX, en Europa hay dos pueblos que tampoco han superado sus dos guerras mundiales.

Pero "al olor de la sardina monetaria" un millón de moscas acudieron y allá sus enjambres se quedaron, porque durante el resto del año que no es "verano en Mallorca", aquello se ha ido convirtiendo en un "nuevo Land" de la República Federal Alemana, que hasta tienen Prensa propia, presentan candidaturas políticas, y hasta obtienen cargos públicos (al paso que vamos en las "Illes Balears" el idioma oficial no va a ser ni mallorquí, ni catalá, ni castellá, sino el "deutsch" predominante en Deutschland) Y ahí está la causa de que en Mallorca cada vez haya más negros, gitanos, moros, y hasta fenicios. Tampoco lo peorcito del elenco nacional está ausente, y es que los sueldos temporeros son bien generosos.

Así que, entre todos y con la casa sin barrer, aquella imagen bucólica de Mallorca me parece que cada día está más lejana de la realidad. Y "este país" mientras mira para todos los lados menos para los que debe y se entretiene con el esperpento de patio de comadres de "sus Zetapés de turno"