Creo que se yerra en el enfoque que se está dando al hilo. Es decir, una comunidad desde cero asentándose en una zona aislada y semidespoblada.
Sin embargo, la idea de base, la esencia, es buena, esto es, generar territorios con una mayoría social afín.
Aunque existe cierta carga utópica, en el sentido de que pocos, yo por lo menos en mis actuales circunstancias no, estaríamos dispuestos a dejar nuestra vida actual para comenzar una nueva vida en otra parte del país.
Pero retomando la propuesta. Si bien generar una comunidad "amish" (perdonad el apelativo) en Ribagorza o donde toque, me parece quasiimposible, y que aporta poco, no opinaría lo mismo de logar un desplazamiento masivo de adeptos, a una determinada provincia o Isla. Hablo de Provincia o Isla, porque se trataría de obtener el control de las instituciones de un territorio que cuente con representatividad política propia. Una circunscripción electoral. Un territorio que pueda beneficiarse de las ayudas del estado a los partidos con representatividad, a fin de multiplicar la capacidad de influencia de la "agrupación política" resultante con el ánimo de empezar a tener influencia real sobre la sociedad, por la propia fuerza de la agrupación y por la posterior capacidad de redireccionamiento de grandes grupos actualmente sin rumbo (PP).
En este sentido, territorios como SORIA o TERUEL, podrían ser objetivos perfectos.
Pensad:
- Ya existe una sociedad formada: NO se trata de renunciar a ninguna de las comodidades presentes.
- Son territorios casi despoblados: desplazar unos pocos miles de personas con derecho a voto, cambia radicalmente el panorama político de la zona.
- Ya existe una mayoría social bastante conservadora en esos territorios, con lo que se trata de gentes "fácilmente encauzables". Alcanzado el poder y tras una gestión eficaz y honesta, se advertirían las diferencias.
En fin, son unas notas para reflexionar.
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