No buscan acabar con la Iglesia, sino alejarla -por "oscurantista y retrógada", según sus enemigos- de los centros de decisión mundiales dependientes de la ONU.
Además, acabar con la Iglesia sería una estupidez por parte del Nuevo Orden Mundial, pues nada hay tan timorato, inofensivo y estéril como las autoridades eclesiásticas, que -digan lo que digan- toleran en teoría y de facto en todo el mundo católico los hechos consumados sobre aborto, gays, educaciones ciudadanas, etc.
Más aun, hasta conviene al Nuevo orden tener "enemigos" así, como la flojísima Iglesia actual, para dar apariencia de libertad de opiniones.
No olvidemos que en España la Iglesia sigue formando parte del famoso "consenso" político que padecemos desde 1977-78, y el aborto, los gays etc -temas discordantes - deben ser ignorados frente a las instancias políticas, y solo susurrados por lo bajinis en instancias incondicionales (homilías y movidas internas entre católicos). Por supuesto, nada que "hiera" a las altas instancias políticas del "consenso".
Hablar de la Iglesia católica como "el único freno" (Sanahuja) a este estado calamitoso de cosas (aborto, gays), es de risa, de pena: no es más que una artimaña -engaño piadoso- del sr. Sanahuja al pobre católico de a pie.
Ya se ha visto lo que ha dado de sí el "freno" católico: nada de nada.
El Nuevo Orden Mundial se extinguirá, por supuesto; pero eso será cuando la raza blanca sea inexistente-poco falta ya-, y el mundo un monopolio de chinos hindúes y musulmanes.
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