Re: Y tú más
En el pueblo en el cual presenté mi candidatura a la alcaldía, el PP lleva mangoneando la administración local desde hace "sólo" dieciséis años. Y ya no es que se trate del mismo partido, es que se trata de la misma cabeza y su grupo de "colaboracionistas" más directos, siempre los mismos, y siempre "más de lo mismo".
En la aciaga noche del recuento de las papeletas, y una vez conocidos los resultados, era indecente ver qué abrazos se daban, qué caras de satisfacción, parecía que habían "ganado" por primera vez. Ahora, y reflexionando acerca del artículo de J.M. de PRADA y a la vista de lo que está cayendo, según nos muestra a diario la Prensa, es más sencillo comprender la razón de aquella euforia. Hace muy pocas fechas, muy pocas, un concejal ingenuo de los "ganadores", confiaba a uno de mis candidatos, que las arcas están totalmente vacías y que no saben cómo van a responder a esa ciudadanía, ya sea la crítica, ya la pesebrera, porque no pueden hacer nada.
Evitaron, sí, que otros, por ejemplo yo mismo, pusiéramos el grito en el cielo, tal como están haciendo ellos allá donde van a ocupar carteras y poltronas, pero la mierda no se puede ocultar porque huele. ¿Quién no se acuerda del cuento de "la cigarra y la hormiga"? Pues han llegado las rebajas.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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