Para acabar con la corrupción de los partidos políticos hay que acabar previamente... con los propios partidos políticos en sí mismos. Este es uno de los casos donde vale decir "muerto el perro, muerta la rabia".Para acabar con la corrupción de los partidos políticos hay que acabar previamente con los partidos políticos tal como hoy están diseñados, permitiendo que vuelvan a ser cauces del principio de representación.
Lo que debería preguntarse Juan Manuel de Prada es por qué las distintas agrupaciones y asociaciones en las que nos encuadramos naturalmente los españoles dentro de la comunidad política española no pueden ejercer directamente las actuaciones de representación por medio de sus propios representantes intrasocietarios, sino que su representación ha de estar necesariamente mediatiazada (o mejor dicho, habría que decir absorbida o parasitada) por sujetos extrasocietarios que tienen la característica común de pertenecer a ciertos entes artificiales -totalitarios en su esencia- denominados "partidos políticos".
Marcadores