Vive la France! Allí todavía hay suficiente pueblo sano para rebelarse contra las leyes inicuas. En cambio, España está durmiendo y no hace nada.

Los franceses frenan la ley «antifamilia» de Hollande

JUAN PEDRO QUIÑONERO / CORRRESPONSAL EN PARÍS







Las manifestaciones masivas paralizan el proyecto que permitía concebir o adoptar niños a parejas homosexuales


afp


Seguidores del movimiento «Manif pour Tous»


François Hollande ha decidido retirar el proyecto de ley que debía «regular» las «nuevas relaciones familiares» tras las manifestaciones que movilizaron el pasado domingo a centenares de miles de personas en París y Lyon en contra de la «fobia antifamilia» del Gobierno socialista.
El candidato Hollande había prometido en su momento una «gran ley» destinada a regular y «normalizar» las «nuevas concepciones» de la familia. Tras la legalización del matrimonio homosexual, el Gobierno se proponía legalizar también la adopción de niños por parejas homosexuales y la fecundación asistida para lesbianas, entre un largo rosario de cuestiones, que incluía la educación sexual en las escuelas y un «nuevo puesto» de los padres en la familia tradicional, con el fin de «modernizar nuestro Derecho ante la diversidad de los modelos familiares». Pero el domingo, la primera de las manifestaciones orquestadas por el movimiento «La Manifa para todos» para protestar de manera «preventiva» contra esa futura ley superó todas las previsiones. Si el Ministerio del Interior contabilizaba más de 100.000 manifestantes, los organizadores hablaban de que solo en París superó el medio millón.
Manuel Valls, ministro del Interior, fue el primer responsable en «tomar nota» de la envergadura de la resistencia, anunciando que el Gobierno «no aceptaría» que el grupo parlamentario socialista enmendase el proyecto de ley. Tras la finta, se abría una grieta grave entre el Gobierno y la izquierda cultural.
Ante la presión creciente de las asociaciones familiares, Hollande ha comenzado a temer una revuelta de fondo y ha decidido revisar a la baja sus proyectos legislativos. Alarmados, varios diputados de la izquierda radical anunciaron automáticamente que presentarían enmiendas en terrenos sensibles, como la fecundación asistida para lesbianas, y durante toda la jornada de ayer protagonizaron con el Gobierno un «pimpón» político inflamable.
Jean-Marc Ayrault, primer ministro, confirmó la advertencia del ministro del Interior: el Gobierno quiere una ley «restrictiva» y no desea enmiendas «maximalistas». La izquierda «cultural» socialista tomó la advertencia como una «bajada de pantalones», mientras que los representantes de «La Manifa para todos» lo consideraron una «victoria», lo que confirma que, en verdad, el presidente Hollande se encuentra cogido en una trampa espinosa.
«La Manifa para todos» ha convertido la política familiar en un debate de fondo, abriendo un doble frente a Hollande porque dentro del PS y el Gobierno socialista conviven varias «familias» que no siempre coinciden en los temas sociales. Hollande ha comprendido que esa doble tenaza podía ser fatal para su Gobierno y ha preferido retirar pura y sencillamente su proyecto de ley.
Movimientos en la derecha

Las organizaciones familiares no desean convertirse en partido político, pero la política familiar se ha instalado ya en el corazón de la nueva política francesa, y los organizadores de la protesta del domingo se han situado a la derecha de la Unión por un Movimiento Popular (el partido de Nicolas Sarkozy), pero sin llegar a confundirse con el Frente Nacional de Jean Marie y Marine Le Pen. Para Manuel Valls, ministro del Interior, se trata de un «Tea Party» a la francesa.

Los sociólogos franceses estiman, por el contrario, que estamos asistiendo a la emergencia de una «nueva derecha» muy enraizada en los valores familiares tradicionales.

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