Mapa oficial de la España del siglo XVIII, último del Antiguo Régimen.
Vigente en 1833, cuando tras la muerte de Fernando VII le sucedió su hermano Carlos V y comenzaron las Guerras Carlistas.
Hay una mayor unificación de los territorios en las zonas más alejadas del centro, con objeto de simplificar su administración. En cambio, a las zonas tradicionalmente más cercanas a la Corte se le permitió gozar en mayor grado de sus peculiaridades (Ávila, Segovia, Valladolid, Toro, Palencia, etc..).
Obsérvese también la asimetría entre el interior "provincial" una vez diluidos en ellas Castilla y León; y la periferia, con visos de "reinos".
El proceso es paradójico: esas"provincias" o "intendencias" (título hoy despectivo) surgen precisamente de la importancia que arrastraban, desde siglos atrás, sus capitales representadas en las Cortes de Castilla.
...Porque al mismo tiempo estaban decaídas, al irse haciendo homogéneas por la legislación común que el monarca les promulgaba ya durante siglos.
Estaban en una fase política, digamos, más avanzada que el resto (aunque cuando poco depués se dé la vuelta a la tortilla, su situación será considerada un atraso).
Los "reinos", en cambio, eran zonas arcaizantes y en fase política más atrasada (aunque cuando, poco después, se dé la vuelta a la tortilla, su situación de peculiaridad se considerará un adelanto).
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