Resultado excelente para Rajoy y pésimo para España.
Resultado excelente para Rajoy y pésimo para España.
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
Los constitucionalistas y los separatistas se acusarán mutuamente de haber ganado las elecciones; los constitucionalistas dirán que han ganado y los separatistas dirán que ellos también. La realidad es que ha perdido España.
Última edición por Pious; 22/12/2017 a las 00:48
«Eso de Alemania no solamente no es fascismo sino que es antifascismo; es la contrafigura del fascismo. El hitlerismo es la última consecuencia de la democracia. Una expresión turbulenta del romanticismo alemán; en cambio, Mussolini es el clasicismo, con sus jerarquías, sus escuelas y, por encima de todo, la razón.»
José Antonio, Diario La Rambla, 13 de agosto de 1934.
Si a la situación anterior de caos los medios del PP lo convirtieron en "Rajoy es un maestro de los tiempos", podrán convertir esta en otra del estilo, eso puedes contar con ello. Aunque perfectamente podrán decir que Rajoy quiso esto para seguir desgastando al independentismo.
Pero para él es excelente así. No tiene nada en Cataluña ni puede formar parte de ningún gobierno, no pueden acusarle de no hacer lo que no puede hacer. Si ahora los independentistas reculan, será gracias a él, si no lo hacen, le dan más barra libre de "nada más importa porque España se rompe".
Vamos, no se me ocurre un escenario mejor para el PP y peor para España. Aunque eso suele ir de mano.
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
El Supremo imputa a Marta Rovira, Mas, Anna Gabriel y al resto de la cúpula del procés.
Lo que los separatistan no quieren que sepamos: El compromiso de Caspe
Publicado el diciembre 20, 2017por Adversario
1412
Fecha de la unión voluntaria de Barcelona con Castilla
Lo que los INDENPENDENTISTAS no quieren que sepas: el COMPROMISO de CASPE
no morir idiota: Lo que los INDENPENDENTISTAS no quieren que sepas: el COMPROMISO de CASPE
Por Pilar Baselga
Debemos conocer el Compromiso de Caspe para entender la gran mentira del independentismo catalán. Porque el discurso del “hecho diferencial”, es decir, “siempre hemos sido independientes y diferentes del resto de España”, evita este importante hecho histórico que deja claro que los catalanes hace 600 años, eligieron deliberadamente estar unidos a la familia del reino de Castilla: los TRASTAMARA.
En 1412, habiendo fallecido el Rey de Aragón Martín Iº sin descendencia, los interesados se reunieron en Caspe (Zaragoza). Allí, el representante catalán desempató la votación, al dar su voto a favor de Fernando de Antequera, un Trastamara, es decir, el hermano del rey de Castilla, como heredero del reino de Aragón. En otras palabras, fue un catalán el que entregó el reino de Aragón a la dinastía castellana.
Por eso Fernando e Isabel ya eran primos. La unión entre Castilla y Aragón (y el principado de Barcelona ya estaba dentro) se debe al voto del representante catalán en 1412.
La unión política se haría más tarde, cuando Carlos V hereda los reinos de sus abuelos. Pero la unión dinástica entre Castilla y Aragón se debe al voto del representante catalán en 1412.
Luego dicen que llevan toda la vida siendo “diferentes” !!! más de 600 años siendo parte de Aragón y, cuando hay otras alternativas, votan por un rey castellano.
Este episodio es fundamental y contradice la versión oficial. Por eso los catalanes con el cerebro lavado desde 1978 no lo conocen, porque desmonta toda la mentira oficial del catalanismo. Por ese motivo, está totalmente ausente de los libros de falshistoria y de toda la palabrería oficialista de la Generalitat.
¿Y por qué un catalán eligió al castellano Trastamara como su rey ? Pues porque, como comerciantes, era mucho más interesante para el puerto de Barcelona tener buenas relaciones con el poderoso reino de Castilla para el comercio de la lana y demás bienes de consumo y de exportación. Eran inteligentes y sabían que era mejor para ellos estar unidos a la península que separados y enfrentados.
De la misma manera ahora ¿qué es lo que ha frenado el independentismo? La policía? la retórica? no. LA FUGA DE EMPRESAS. Punto.
En este programa de radio lo explican con mucha gracia y precisión.
https://www.ivoox.com/historia-para-accion-el-compromiso-ca…
Texto firmado por el representante de los catalanes en 1412:
‘publicamos que los parlamentos nombrados y los súbditos y vasallos de la Corona de Aragón deben y están obligados a prestar fidelidad al ilustrísimo, excelentísimo y potentísimo príncipe y señor don Fernando, infante de Castilla, y que al mismo don Fernando deben y están obligados a tener y reconocer como su verdadero rey y señor’
https://adversariometapolitico.wordp...miso-de-caspe/
«¿Cómo no vamos a ser católicos? Pues ¿no nos decimos titulares del alma nacional española, que ha dado precisamente al catolicismo lo más entrañable de ella: su salvación histórica y su imperio? La historia de la fe católica en Occidente, su esplendor y sus fatigas, se ha realizado con alma misma de España; es la historia de España.»
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Todas las alianzas posibles entre los partidos políticos tras las elecciones catalanas:
Fuente.
El PDeCat quiere un gobierno con ERC y sin la CUP: http://www.elperiodico.com/es/politi...la-cup-6513165
ERC propone ir con la CUP: http://www.elperiodico.com/es/politi...la-cup-6512556
Última edición por Pious; 22/12/2017 a las 19:02
Rajoy se enfrenta a otra mayoría independentista y con el partido hundido.
La dirección del PP asegura que el Gobierno seguirá garantizando el cumplimiento de la ley y la unidad nacional pase lo que pase con la formación del nuevo Ejecutivo catalán.
Batacazo electoral con los peores resultados de su historia en Cataluña y fiasco en el objetivo de acabar con la hegemonía parlamentaria de los independentistas. Es el balance del 21-D para el Gobierno de Mariano Rajoy y para el PP en una jornada negra que paraliza los planes del jefe del Ejecutivo para asegurarse la estabilidad y proseguir con la legislatura paralizada desde septiembre. Las urnas confirmaron los peores presagios para los intereses de los populares: Ciudadanos captó el 'voto útil' de los constitucionalistas hasta dejar a la candidatura de Xavier García Albiol en tres diputados, ocho menos que en 2015.
Mientras el candidato reconocía en Barcelona que era "un día malo" tanto para el PP "como para Cataluña", desde la dirección nacional del partido, Pablo Casado advertía de que el Gobierno seguirá garantizando el cumplimiento de la ley y la defensa de la unidad nacional pase lo que pase con la formación del nuevo Ejecutivo de la Generalitat.
Mariano Rajoy siguió el recuento electoral en la sede de Génova acompañado por los principales dirigentes del partido y algunos miembros de su gabinete, como la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. Pasada la medianoche y confirmado que el PP se quedaba en tres escaños, Casado fue el encargado de dar la cara para reconocer el "mal resultado" de su formación, felicitar a Ciudadanos por quedar primeros y destacar que los independentistas siguen teniendo menos votos que las demás formaciones representadas en el Parlamento autonómico.
También concurrió Casado para ejercer de portavoz del Ejecutivo con el fin de lanzar un mensaje de tranquilidad a todos los españoles en general, y a los catalanes en particular, porque "ya nada será igual" que antes de la aplicación del 155 de la Constitución. Además, agregó que igual que el PP acata los resultados de los comicios, los independentistas tendrán que acatar la ley, y sus principales dirigentes, Puigdemont, Junqueras y sus consejeros implicados en el golpe secesionista, responder ante los jueces de sus delitos. "Si alguien vuelve a la vía de la ilegalidad, se encontrará con las mismas consecuencias", reiteró el portavoz del partido. Para análisis detallados, remitió a la reunión del comité ejecutivo.
La nueva mayoría secesionista obliga al Gobierno a mantener el pulso con el Ejecutivo que pueda formarse en una Cámara autonómica con una composición muy parecida a la disuelta por el propio Rajoy con el artículo 155 de la Constitución. El 'pinchazo' en las expectativas levantadas por el PSC de Miquel Iceta y la subida de votos y escaños de la suma de las listas de Carles Puigdemont y Oriol Junqueras completan un panorama que no estaba en las previsiones de Moncloa ni de la sede de Génova, convencidos de que en el peor de los casos ERC tomaría el testigo del expresidente de la Generalitat.
Además de pasar de 11 a tres escaños, el PP se ha dejado en el 21-D más de la mitad de los votos que obtuvo el propio Albiol en el año 2015. El desastre electoral del PP en Cataluña no tiene precedentes en su historia. En 1988, todavía como Alianza Popular y con Jorge Fernández Díaz al frente, obtuvo seis escaños. La refundación de José María Aznar, y ya con Alejo Vidal-Quadras de candidato, trajo a los populares durante los años noventa hasta 17 diputados. Después de volver a bajar en representación con Josep Piqué, en los comicios de 2010 y 2013 Alicia Sánchez Camacho llegó a los 18-19 escaños, los mejores resultados de su historia.
Además de pasar de 11 a tres escaños y quedarse sin grupo parlamentario propio (los populares se tendrán que integrar en el mixto con la CUP), el PP se ha dejado en el 21-D más de la mitad de los votos que obtuvo el propio Albiol en 2015. Pierde los tres diputados que tenía en las circunscripciones más pequeñas (Tarragona, Lleida y Girona) y otros cinco en Barcelona. El desastre electoral, del que nadie hace responsable en Génova al candidato, será analizado este viernes en el comité ejecutivo convocado al efecto por Rajoy, ya en previsión de un fiasco que se ha visto confirmado en las urnas con toda crudeza.
Intervención de Juan Manuel de Prada en el programa de hoy de Espejo Público: https://twitter.com/depradaposts/sta...31045410926592
“El titular de estas elecciones catalanas sería "El Día de la Marmota" o si te pones más castizo "vuelta la burra al trigo". En realidad estas elecciones han venido a confirmar que el gobierno que había en Cataluña es el que los catalanes mayoritariamente querían, y que todo lo que se ha hecho en contra de ello ha sido inútil. Y que la Constitución no es la medicina, es el problema. La victoria de C's, aparte del trato beneficioso que le han dado los medios de comunicación a esta formación, no es más que una concentración de voto que además puede ser pasajera, circunstancial, coyuntural. Hablar de la victoria de C's es un chiste. El auténtico triunfador ha sido Puigdemont, porque en realidad estas elecciones eran en torno a la figura de Puigdemont. Y Puigdemont las ha ganado. Y va a encabezar un gobierno independentista.”
Tras lo sucedido en las elecciones de Cataluña me gustaría recordar estas palabras tan acertadas en su día de Blas Piñar:
“En la vida política española, tomados del Evangelio, podríamos encontrar dos tipos de hombres. El tipo simbolizado por Pedro, que niega a Jesucristo, como los españoles que han negado un día a España, pero que después, cuando han visto a España destrozada por sus pecados por sus durezas y por sus errores, han entrado en arrepentimiento, han llorado lágrimas de amargura y se han consagrado al servicio de la Patria, y los que, por el contrario, como Judas, reconociendo públicamente a España, con el nombre de España en los labios con la constante preocupación por nuestro porvenir, la besan, con el peor de los besos, que es el beso de la traición, para después, cuando España se encuentre deshecha y destruida, colgarse como pecadores impenitentes, de cualquier encina de la comarca.”
“Cataluña española.” Artículo de Juan Manuel de Prada. Fuente.
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En estos días tristes en que la herida del separatismo sangra más que nunca (y, si se cierra, será en falso), mucha gente piensa que, para restaurar la unidad de España, basta con invocar la Constitución de 1978, que ha dado alas al mal que se pretende combatir. Estas invocaciones a la Constitución me recuerdan las chanzas que le dirige el ciego al Lazarillo, mientras le aplica vino en las heridas que él mismo le ha causado, descalabrándolo con una jarra de vino: «¿Qué te parece, Lázaro? Lo que te enfermó te sana y da salud». Es cierto que querer sanarnos con lo que antes nos ha enfermado es error muy propio de nuestra época petulante. Pero la perseverancia en el error sólo acarrea más dolor y quebranto.
La Constitución del 78 instauró una unidad artificial (una «liga aparente», que diría Unamuno) en nada parecida a la unidad histórica de España, que amparaba la más espléndida variedad de tradiciones culturales e instituciones jurídicas (que el rey español tenía que jurar, a cambio de conseguir la lealtad de cada pueblo); y la argamasa que mantenía cohesionada tanta variedad era la unidad de creencias, que favorecía la creación natural de lazos de raigambre. Contra esta unidad histórica se alzó en el siglo XIX una utopía arbitrista que quiso hacer tabla rasa de tan espléndida variedad, instaurando un régimen administrativo homogéneo, organizado de arriba abajo. Esta utopía arbitrista destruyó nuestra unidad histórica, que se fundaba sobre las diferencias y se había construido de abajo arriba; pues cada marca, señorío, condado, principado o reino se había incorporado al proyecto colectivo en condiciones distintas. Y, no contenta con desatender la naturaleza de la unidad española, esta utopía arbitrista rompió la unidad de creencias que nos había servido de amalgama y separó a los españoles por abismos de ideas contradictorias y ríos de odio. Así nacieron los separatismos, que son la respuesta natural a este arbitrio; y que, en puridad, no son sino réplicas en miniatura de su delirio, regurgitaciones sentimentales de las quimeras contractualistas que el liberalismo había acuñado (nación, soberanía, etcétera). Nuestra Constitución del 78 pretendió mezclar en su coctelera ambos disolventes: consagrando, por un lado, una unidad artificial de España que, a la vez que se acoge a la tabla rasa contractualista, rompe la unidad de creencias; instaurando, por otro lado, un régimen administrativo autonómico sin ningún fundamento histórico, con el solo propósito de halagar con un placebo y sobornar con riadas de dinero a los separatismos.
¿Alguien puede creer seriamente que con estos mimbres se pueda lograr la unidad de España? Tal vez sean el paraíso de la demogresca, que se alimenta extendiendo la cizaña entre los pueblos; tal vez sirva para fortalecer a las distintas facciones políticas, que convirtiendo a sus adeptos en jenízaros de tal o cual ideología se aseguran su alternancia en el poder. Pero no hay patria que pueda mantenerse unida con tales ingredientes explosivos. Unamuno nos alertaba sabiamente que sólo la religión dota de un «espíritu común» a los pueblos; y que toda unidad que no tenga como argamasa la religión es «la liga aparente de la aglomeración». Esta liga aparente de la aglomeración se ha sostenido con sobornos económicos que han llenado los bolsillos de una oligarquía política corrupta; pero, a la vez que se sostenía esta liga aparente, se erosionaba lo que Unamuno llamaba «la patria del espíritu», que no se construye con cesiones de competencias ni con cambalaches politiquillos, sino con lazos de raigambre verdaderos, con amores y dolores compartidos. Esta patria del espíritu fue la que alentó al ejército catalán que, desde la Marca Hispánica, colaboró en el proyecto común de la Reconquista; esta patria del espíritu fue la que inspiró a los catalanes su heroica resistencia en el sitio de Gerona y sus hazañas en el Bruch, hitos fundamentales en la derrota del invasor francés.
Y es que los catalanes siempre fueron un pueblo extraordinariamente aguerrido. Lo fueron mientras defendieron la patria del espíritu a la que se refería Unamuno; y lo fueron también cuando, destruida esa patria del espíritu por los arbitristas, se empezaron a bañar en los ríos del odio. Quienes piensan que las turbulencias económicas y el miedo a quedarse ‘fuera de Europa’ achantarán a los catalanes no conocen a este pueblo (al que confunden con sus oligarquías corruptas). No habrá una Cataluña española mientras no se restablezca nuestra unidad histórica. Todo lo demás es querer sanar usando como remedio lo que antes nos ha enfermado. O sea, puro cinismo.
Un error que está cometiendo Juan Manuel de Prada —en mi opinión— es que idealiza a los catalanes comparándolos con los de antaño y me parece un error el idealizar a la sociedad catalana actual y compararla con la de antaño. Parece que en los pensamientos de Juan Manuel de Prada cree que la sociedad catalana es como aquella del heroico sitio de Girona del 1809 o como los catalanes que lucharon por la Patria en la Guerra de Cuba.
Análisis de Juan Manuel de Prada en el programa Espejo Público:
“La solución son gobernantes que logren que los catalanes vuelvan a amar España y que los españoles vuelvan a amar Cataluña. Esa es la única solución. El constitucionalismo lo que pone es una barrera contra esa Cataluña que odia a España, que no se reconoce en España, que abomina de España plantear una línea de resistencia de Españoles que odian el independentismo. La dura realidad es que hay un 48% de catalanes que quieren separarse de España. Y la dura realidad es que el constitucionalismo no ha sido remedio para eso, sino todo lo contrario. Y del 52% que no quiere separarse, muchos de ellos miran con simpatía o comprensión al 48%.”
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