Fuente: El Pensamiento Navarro, 1 de Noviembre de 1969, página 20.
Nos escribe don Manuel Fal Conde
Don Manuel Fal Conde nos escribe como él sabe hacerlo: pegando fuego al hielo, que en este caso es estopa.
“Querido Javier:
Ahora mismo no me acuerdo si te hablo de tú o de usted. Opto por lo primero por ley de simpatía y afecto.
Estamos andando los primeros pasos de esta nueva vida. Que yo tengo para mí que nuestro camino está ahora en cumbre, alto puerto, cimera sin visibilidad hasta no rematar la altura. Pero si no tropezamos con los que vienen de vuelta, sino que echamos la segunda para no quemar los frenos, lo que sigue del camino es coser y cantar.
Yo sueño con la juventud. Me parece que debemos coincidir. Cuando en aquellas calendas los veteranos nos contaban, con sus consabidas exageraciones y machaconas repeticiones, las iras de su entonces, nuestro comentario “¡eso mismo digo yo!”, iba cargándose de las mismas iras y las mismas exageraciones. Y cuando nos liamos la manta a la cabeza y armamos el festival aquél en el que otros bailaron con las guapas, los veteranos decían: “¡Lo mismo que antes!”…
Por eso, cuando desde esta cumbre a que hemos llegado tenemos que pensar en lo que ahora importa, estamos otra vez del lado de la generosidad de la juventud. Lo que importa es saber estar.
Insisto: el ser nos lo ha conservado Dios, que no ha permitido que desaparezcamos; a nosotros nos toca saber estar.
Pues bien: yo, desde mi rincón del que no he de salir, pienso mucho en “El Pensamiento”. En lo que empiezo a preparar a modo de Memorias, diré lo que logramos en Prensa y lo que se nos arrebató.
Como creo que a los carlistas, al menos a los de estas latitudes, les dice algo que aparezca mi firma, y tanto interesa ir divulgando fuera de Navarra, pienso mandar una serie de artículos, pequeños, no cargados políticamente, con algo de humor y de ironía, que evoquen personalidades carlistas de la Cruzada, propagandas de aquéllas de la República, en fin, mil cosas que pueden gustar sin mayores sofocos…
Improvisando estas letras, en vísperas de viaje a Madrid y Barcelona, ya pienso en una docena de articulillos así, a los que iría bien un título común de este modo: “De las tierras del Sur”. Podían ser semanales por una temporada.
Ya me dirás. Un abrazo de
* * *
N. de la D.– ¿Qué ya le diré, don Manuel? ¿Y qué he de decirle sino Amén?...
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