Este glorioso (y polémico) artículo fue publicado originalmente en ABC en junio de 1969:
ABC (Madrid) - 21/06/1969, p. 31 - ABC.es Hemeroteca
Consistía en una réplica contundente de 4 dominicos ("franquistas") de la Pontificia de Salamanca contra los desvaríos y complicidades de teólogos influyentes al servicio de la Conferencia Episcopal del recién llegado Tarancón, que malinterpretaban canallescamente los generosos privilegios para los clérigos del Concordato franquista de 1953.
Concretamente era una réplica a otro artículo periodístico de unos colegas rivales de la Pontificia, en el Diario ‘Ya’ (por tanto con el visto bueno de la Conf. Episcopal Española) titulado “LO QUE ES PRIVILEGIO Y LO QUE ES COMPETENCIA”. Era éste un desvergonzado artículo de “teólogos” de Salamanca (los jovencitos Rouco Varela, Olegario F. Cardedal, Floristán etc.) ¡apoyando la inmunidad de clérigos que ... “conocían”... delitos “por razón de su ministerio” . Traducido: justificar a curas vascos (y obispos como Cirarda y Argaya) cómplices y colaboradores necesarios del terrorismo etarra, que disimulaban su apoyo con la coartada de "secreto de confesión", "derechos humanos", "inmunidad de lugar sagrado", y similares.
El hecho puntual que lo motivó fue el asesinato por ETA meses atrás de un taxista, cuyos asesinos fueron encubiertos por la complicidad incluso del obispo Cirarda y su vicario Ubieta. Abusando del Concordato Cirarda negó el permiso para procesar a su vicario Ubieta, flagrante terrorista según las pruebas.
Frente a toda esa basura, aquellos cuatro valientes dominicos de la Pontificia aclaraban (dejando sin argumento a la canalla progresista):
-“Algunos usan la condición eclesiástica como patente de corso para vivir al margen de la ley...”
- “La ley eclesiástica prohíbe a los clérigos “tomar parte en perturbaciones de orden público» (c. 141, C. D. C.); el clérigo que la quebranta es delincuente eclesiástico...”
- “Si en algo pecan las autoridades civiles es en exceso de generosidad”
- “El Concordato, dados los abusos de los clérigos, debe reformarse, fijando el mismo nivel para todos los españoles”
Cuando la Pontificia definitivamente mutó su dirección y planes de estudio, un año después, a la sofistería y verborrea postconciliar, esos cuatro dominicos cayeron en el ostracismo más absoluto en aquella universidad. Creo recordar que alguno de ellos tiene obras en el antiguo catálogo de la B.A.C.
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