No estoy de acuerdo. La defensa valiente no es ni mucho menos el discurso clerical, democráticamente correcto, de la raíces cristianas y cuatro valores de la ley natural. La defensa valiente como nos dice la Iglesia, y no el clero modernista instalado en ella, es la defensa de la Cristiandad, de la Unidad Católica y del derecho natural.
Lo que es de vital importancia es plasmar la definición técnica de los fueros en una realidad política, geográfica y administrativa. Hay tanta complejidad a lo nacional que no se hace más que remarcar particularismos y más hoy que el veneno inoculado a la Unidad es tan grande que no se pueden despreciar sus efctos sin un pormenorizado análisis d ela situación actual. La CTC evoca un término al que presupone excelentes resultados, eso ni es vital ni es importante, es propaganda.
Ya, los problemas y sus causas son evidentes, pero la CTC en ningún momento propone una solución económica ni del ordenamiento de la producción según las necesidades de la técnica y la industria actuales para superar el capitalismo y no caer en el socialismo. Esto es otra proclama sin fundamento.
La Tradición no se vota, entre otras cosas porque no tiene siglas. La Tradición se asume o se reniega de ella. Que la CTC sea tradicionalista no quita que otros también lo sean. En cuanto a lo carlista ya es harina de otro costal.
Esto es como el movimiento, se demuestra andando. No basta con decir que "no se está de brazos cruzados" y presentar algo que ni siquiera ha fructificado, suena a excusatio non petita.
En mi opinión, ya que, el término carlista que utiliza la CTC lleva a unos prejuicios para la mayor parte de la población, y en cierta medida lastra en el mundo de hoy, no estaría de más posicionarse claramente sobre esto último y no dejar en vacío la encarnación de los verdaderos principios carlistas que es el rey. Lo demás lo veo como una lucha partitocrática más.
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