Sé que eso de " Monarquía Dual " puede sonar a austrohúngaro. Sin embargo, la idea propuesta es del insigne carlista asturiano J. Vázquez de Mella. La ha aprendido en el librito
Carlismo para hispanoamericanos del profesor Ayuso, disponible en Ediciones Nueva Hispanidad (
www.nuevahispanidad.com ).
Vázquez de Mella ahonda en pensamientos como el de Saavedra Fajardo en el XVII y Oliveira Martins en el XIX. Se opone a la " unificación forzosa ", a la " absorción ". Por algo lo cita Sardinha en su
La Alianza Peninsular. Al fin y al cabo, ¿ no es lo mismo que defiende Arlindo Veiga dos Santos con su " sistema de alianzas fundamentales ? No en vano la revista
" Reconquista " era el " depósito " del carlismo en el Brasil.
Vázquez de Mella se preocupa por el " peligro histórico " que ofrece Inglaterra. La obsesión de ésta por controlar el Estrecho de Gibraltar, por evitar que España tome poder en su antigua territorialidad natural, por una Península Ibérica y territorios adyacentes fuertes y aliados; y por supuesto, aprovechó la gran ocasión de las " independencias " iberoamericanas para dividir y vencer....A través de las grandes compañías comerciales, la aduana y una siniestra diplomacia, cuando no su poder armamentístico directo en los terribles conflictos que asolaron el querido Nuevo Mundo. El Estrecho de Gibraltar es " política mundial " por excelencia: Unión de Europa y África, trasiego de Asia, y trasiego hacia las Américas.
¿ Qué os parece la idea de una Monarquía Dual que buscase la confederación espiritual y hasta política con Hispanoamérica, volviendo a nuestras raíces con las Dos Sicilias y con nuestras lógicas alianzas dentro del Viejo Continente para ayudarnos en la embravecida Berbería y evitar así el intrusismo de franceses o anglosajones en nuestra política tradicional ?
Os dejo extractos de Saavedra Fajardo y Oliveira Martins:
Saavedra Fajardo( Siglo XVII ):
" No deben desdeñarse los portugueses de que se junte aquella Corona con la de Castilla, pues de ella salió como Condado y vuelve a ella como Reino; y no a incorporarse y mezclarse con ella, sino a florecer a su lado, sin que se pueda decir que tiene rey extranjero, sino propio, pues no por conquista, sino por sucesión...Poseía el Reino y lo gobernaba con sus mismas leyes, estilos y lenguajes, no como castellanos, sino como portugueses. Y aunque tenía su residencia en Madrid, resplandecía su majestad en Lisboa. No se veían en los escudos y sellos de Portugal ni en sus flotas y armadas el León y el Castillo, sino las Quinas...No se daban sus premios ni dignidades a extranjeros, sino solamente a los naturales, y éstos gozaban también de los de Castilla y toda la Monarquía, favorecidos con la grandeza, con las encomiendas y puestos mayores de ellas, estando en sus manos las armas de mar y tierra y el gobierno de las provincias más principales. El comercio era, como en todas partes, común; también la Religión y el nombre general de españoles...."
Oliveira Martins ( Siglo XIX ):
" Quien pise Portugal y España observará ciertamente, o no tiene ojos, una afinidad innegable de aspecto y de carácter, un parentesco evidente entre los pueblos de los dos lados del Miño, del Guadiana, de la Raya Seca del Este. Si esos hombres no hablasen, nadie distinguiría las dos naciones, y, por otra parte, ¿ confunde ya alguien un algarvés o un alentejano puro con un puro minense ( minhoto ) ? La Historia común confunde, no separa; después de ver que, a pesar de transcurridos siete siglos, no hay diferencias marcadas, la observación de los hombres llévanos a creer que, en efecto, en Portugal faltó una unidad de raza, sobrando por el contrario, una voluntad enérgica o una capacidad notable en sus príncipes...Con un trozo de Galicia, otro de León, otro de la España meridional sarracena, esos príncipes compusieron para sí un estado.
Verdad que nuestra independencia restauróse en 1640; pero, ¿ cómo ? ¿ Se atreverá alguien a decir que fue una resurrección ? ¿ No será la Historia de la Restauración la nueva Historia de un país que, destruida la obra del Imperio Ultramarino, surge en el siglo XVII, como el nuestro aparece Bélgica para las necesidades del equilibrio europeo ? ¿ No vivimos desde el 1641, bajo el protectorado de Inglaterra ? ¿ No hemos llegado a ser, positivamente, una factoría británica ?
En sus lenguas, en sus tradiciones, en su carácter, el celta de Irlanda encuentra siempre un punto de apoyo vivo y positivo. ¿ Queréis una prueba de la diferencia ? Los puntos de apoyo que nosotros buscamos han muerto o son negativos: Muerto el Imperio Marítimo y Colonial, la India y toda la Historia que terminó con As Lusiadas en 1880; negativo el odio a Castilla, que ni nos oprime ni nos odia. "
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