El Carambolo, el tesoro de Tartessos.
Datos básicos:
Cultura de Tartessos iniciada en torno al 1.500 a. D.
Máximo apogeo en torno al 700-550 a. C. Mitos de los reyes Argantonio y Theron.
Batalla de Alalia: 535 a. C. victoria de los Cartagineses sobre los griegos y fenicios del Sur de la Península.
A partir de ese momento, desaparecen las noticias sobre Tartessos, diluido en el resto de culturas ibéricas.

Localización: la mayoría de expertos piensa que Tartessos pudo encontrarse en el valle del río Guadalquivir, cerca de la costa y las zonas mineras de Huelva y el Sur de Portugal.

Las primeras noticias que tenemos de la cultura de Tartessos provienen de las fuentes escritas griegas, aunque el hecho que fueran escritas cuando ya había desaparecido, han provocado confusión y una cierta mitificación.
Se habla de Tartessos como un río, una región, un reino y finalmente como una ciudad, pero la situación exacta de esta sigue siendo un misterio. Algunos arqueólogos durante el siglo XIX, intentaron la búsqueda de la mítica Tartessos, identificada en las fuentes como un paraíso de oro y metales preciosos.
El más importante fue el arqueólogo A. Schulten, quien buscó las ruinas de la ciudad perdida en la desembocadura del río Guadalquivir. Por desgracia su búsqueda resultó un fracaso y sus elucubraciones sobre dicha cultura no fueron tenidas en cuenta por el mundo científico.
Así, en la actualidad se piensa que Tartessos fue una cultura autóctona, asentada en el valle del Guadalquivir y que se pudo beneficiar por un lado de su cercanía a una zona rica en metales, controlando así su explotación y su distribución con las recientes colonias fenicias y griegas de la costa andaluza.
La más importante de estas colonias fue Gadir (Cádiz), fundación fenicia, que había de centro distribuidor de los metales obtenidos tras comerciar con Tartessos.
Su decadencia estuvo provocada por una crisis interna, en el aprovechamiento de los recursos y en la irrupción violenta de los Cartagineses, que tras derrotar en el año 535 a los fenicios y griegos de la Península, decidieron acabar con un "molesto" intermediario, con el objetivo de controlar ellos mismos las rutas comerciales.
Por desgracia, los restos materiales dejados por Tartessos son muy escasos, solo el tesoro de El Carambolo nos da una idea de la riqueza que pudieron disfrutar las clases acomodadas. Esta falta de noticias y las fuentes posteriores griegas, como Herodoto, han proporcionado a Tartessos una aureola de misterio, que alcanza sus máximas cotas cuando se asocia su nombre al de la mítica Atlántida.
A partir de ese momento, desaparecen las noticias sobre Tartessos, diluido en el resto de culturas ibéricas.
Situado en una colina cercana a Sevilla, el Carambolo es uno de los escasos yacimientos donde se han encontrado restos arquitectónicos de Tartessos. Se trata de un poblado de los siglos VIII al VII a. C.
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