no lo se que no es con palos ni nada por el estilo, Jesús dijo, las malas intenciones salen del corazon, no contamina al hombre lo que entra por la boca, sino lo que sale, porque del corazón salen las iras, contiendas, chismes, fornicaciones, adulterio,, y la palabra de Dios es clara de una misma fuente no puede salir agua dulce y agua amarga. (santiago 3:11) y no juzgo a nadie si alguien se ofendio es porque hay algo de verdad en lo que escribi en su corazon, no podemos ser falsos o hipocritas (disculpen si suena un poco duro) porque no podemos bendecir al Dios vivo con nustra boca y por otro lado maldecir al projimo seriamos falsos y la verdad no mora en nosotros.
Christabel perdon creo que las dosculpas eran para ti, jesús te ama.
“España, evangelizadora de la mitad del orbe; España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio...; ésa es nuestra grandeza y nuestra unidad: no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los reyes de Taifas.
A este término vamos caminando: Todo lo malo, anárquico y desbocado de nuestro carácter se conserva ileso. No nos queda ni política nacional, ni ciencia, arte y literatura propias. Cuando nos ponemos a racionalistas lo hacemos sin originalidad, salvo en lo estrafalario y grotesco. Nuestros librepensadores son de la peor casta de impíos que se conoce, pues el español que deja de de ser católico es incapaz de creer en nada. De esta escuela utilitaria salen los aventureros políticos y salteadores literarios de la baja prensa, que, en España como en todas partes, es cenagal fétido y pestilente”. (Menéndez Pelayo)
La interpretación protestante de ese texto, que Cristo dice "sobre esta roca" hablando de sí mismo es una aberración lingüística que no tiene asidero razonable.
No hay razón morfológica ni sintáctica que permita llegar, de modo razonable, a esa conclusión. El cambio de primera a tercera persona en una "conversación" de ese tipo no resulta verosímil. Por el contrario, el paso de Pedro sujeto, a Pedro objeto (o sea: Roca) es altamente razonable, e incluso es recogido en el latín en lo que se denomina "caso acusativo". En tales circunstancias, la "analogía" empleada es mucho más directa con Pedro, no viola reglas gramaticales, y por sobre todo, se mantiene constantemente verosímil.
No, no hay razón lingüística que apoye la aberración voluntarista que algunos vuelcan en ese pasaje, para afirmar que Cristo habla de sí mismo.
Los errores, más que los vicios, son la causa de la decadencia de los pueblos. Éstos, como los pescados, se empiezan a corromper por la cabeza, lo que lleva a que las mentes confundan los vicios con virtudes.
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