Re: Lo que hace la Iglesia en España
En efecto, amigos, esto es lo que de verdad interesa y no ciertos aspectos a veces formales, otros ritualistas y, muy en boga hoy en día, muchos un tanto folklóricos. Se está dando mucho esa situación que la sabiduría popular define como "los árboles no dejan ver el bosque", y es que, como bien has apuntado Nicus, la misión principal de la Iglesia es salvar almas, pero la otra es la gran obra de caridad mundial, siendo la tercera la formación de las nuevas generaciones.
Dentro de todo este entramado, este sistema, hay fallos y en ocasiones bien sonados es verdad, pero lo sustantivo es la misión en toda su plenitud obedeciendo el deseo de Nuestro Señor Jesucristo: "Sobre esta piedra edificaré mi Iglesia..." y "apacienta a mis ovejas", es decir, la Iglesia como Sociedad Sacratísima que todo lo abarca.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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