Re: Para los que frivolizan con la Eucaristía
Conveniente aportación, particularmente porque la mía con el tema es mucho más breve aunque cargada de intención. No abrí el tema para ateos ni agnósticos, tampoco para musulmanes, indoístas o budistas, ni siquiera para protestantes en cualquiera de sus vertientes heréticas. Abrí el tema sirviéndome de la noticia de Polonia para avisar a muchos católicos de hoy en día que "pasan" del sacramento de la confesión y dicen que se confiesan directamente con Dios. Es verdad que los confesionarios están vacíos, casi sin otro uso cuando los hay, que el meramente decorativo. Por ello, creo que todo milagro eucarístico, más que el aspecto maravillosista con el que se suele adornar, es una "llamada al orden" de Dios para navegantes. Es un recordatorio para hombres de poca fe para los que, en efecto, la Eucaristía no es una simple oblea de pan que si consideran que es el cuerpo de Cristo, pero que tiene un sentido simbólico que Cristo nos pidió que la tomásemos en su memoria, sino un verdadero milagro, el mismo que se produce cada vez en cada consagración, transformándose de pan y vino en carne y sangre de Cristo de verdad, auténticas, no simbólicas. Por eso no se puede ir a comulgar si no se está debidamente purificado con la confesión, la penitencia y el propósito de enmienda.
Última edición por Valmadian; 21/04/2016 a las 17:32
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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