Pues para no perder las raíces lo mejor que pueden hacer es apegarse a la Tradición. Y no falla. En la Misa Tradicional la iglesia se llena de jóvenes, que por su edad es imposible que vayan por nostalgia. Es porque descubren lo que no se les daba en otra parte. Eso sí, yo les diría que no vayan a un seminario diocesano, porque los van a pervertir. Vayan a seminarios de órdenes tradicionalistas.
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