El día que se pierdan este sentimiento religioso y sus tradiciones, habremos perdido España.
Fomentemos la demostración pública de la adoración a Cristo y a su Pasión. Seamos descarados al comentar la religiosidad de los actos, al reclamar respeto, silencio, la abstinencia de carne, visitemos los Monumentos, vayamos a las procesiones... Participemos en ello como católicos y, también, como reivindicación de la raíz religiosa de nuestra Patria.
¡Qué grande es nuestra tierra en Semana Santa!. Pienso que tantas personas como acuden estos días a las procesiones y demás es porque, en su mayoría, desempolvan su lado religioso, se saben imperfectos e imploran el perdón compartiendo un sentimiento de dolor ante un Cristo humano que se dejó matar por salvarnos después con su resurrección. Pienso que algo de esto hay aunque da rabia que la gente se olvide tan rápido de estos sentimientos de fe, dolor y de buenos propósitos...
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