Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
No puedo estar más de acuerdo con esa sentencia llena de irónica realidad. Mas el Ejército, como institución en regímenes burgués-parlamentarios (todos esos que sufrimos desde la traición liberal y la usurpación del trono) son elementos burocratizados, pacifistas, estrechos, sin agudeza ni visión histórica. El militar, que es el que tiene espíritu de milicia, hombre de entereza probada, de fidelidad probada y de angustia profunda y verdadera por el destino histórico del pueblo y de la Patria, en cambio, está en la sociedad, es decir, todo ejército tiene, en más o en menos medida, militares, pero no todo militar está en el ejército. Y más hoy. Hay más militares fuera del ejército que dentro de él.
Dejando eso claro en cuanto a las virtudes cardinales, no hay que olvidar que un cristiano es ante todo soldado de Cristo, es decir, posee lo que humanamente tiene todo militar, pero además, como dice San Pablo, pelea en el buen combate de la Fe.
Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)
Marcadores