Tema: Los " cristianos ocultos " del Japón

La parte de Zaichi Sichiemon está repetida. La puse ayer en el hilo de los japoneses de Coria.

Es maravilloso leer historias como éstas. Son milagros de fe y ejemplos santos de perseverancia.
Esta gente no enfrentaba castigos como ser el repudio o la cárcel, no. enfrentaban la decapitación lisa y llana. Sin embargo practicaban el culto secreta y devotamente,y se lo pasaban a sus hijos.

A veces pienso que no valoramos lo que tenemos justamente por que lo tenemos en libertad. Estoy seguro que el día que nos proscriban y persigan, nos cierren las iglesias, ahí sí que nos uniremos para orar y adorar al Verdadero y único Dios con toda el alma, todo el cuerpo y seremos capaces de dar la vida con una sonrisa de felicidad en los labios.

Mientras tanto, muchos siguen pasando frente a las iglesias y capillas indiferentes. No se levantan iracundos ante el paso de los autobuses ateos. No defienden a sus pastores. Ni dan las gracias cada día por la vida y las bendiciones que reciben.
"Bienaventurados cuando os persigan a causa de Mi nombre".

” Los católicos japoneses fuímos mártires del paganismo medieval y moderno ”




Desde hace casi 20 años, estando aún trabajando para la Santa Sede (en cuestiones de relaciones interconfesionales especialmente) en el Arzobispado de Valencia, siendo el Arzobispo D. Agustín, Card. García-Gasco, que cuento con un muy buen amigo y hermano, admirado por mí no sólo por sus virtudes personales de trabajo abnegado, discreto y atención a su familia sino por su profunda Fe Católica que es Fuente de todas las Virtudes Teologales y Cardinales. Él es japonés.

Solemos aprovechar la fecha litúrgica del Martirio de los Católicos Japoneses por parte de los paganos del Clan Tokogawa para reflexionar sobre la Fe y la actualidad política. Siempre sus consejos y asesoramiento dan frutos teologales e inteligencia en mí.

Su linaje familiar se remonta a tiempos del Shogunato Tokogawa y sabe por sus familiares, y los registros, qué clase de suplicios padecieron los jesuitas y franciscanos que estuvieron de Misión en Japón durante el S. XVI, especialmente en 1597, año del Martirio Final.

A pesar de los siglos posteriores de ocultamiento y vida ”en las catacumbas” los fieles que surgieron del Apostolado de estos misioneros conservaron su Fe muy viva y profunda sin más influencia externa de evangelización, salvo la de nuestro Señor Jesucristo y Su Amada Madre Inmaculada.

Con las misiones comerciales y diplomáticas en el S. XIX (a las que se dedica profesionalmente este buen amigo desde hace más de 40 años) la Comunidad Católica japonesa salió a la luz con toda su fuerza y vigor, dando fruto a una gran iglesia en Nagasaki que llegó a contar con Catedral, financiada en buena parte por sus fieles.

Uno de los momentos más emotivos de la conversación con este amigo y hermano (hijo de la Tradición Católica Japonesa ) como sucedió en otras ocasiones de años pasados fue cuando recordamos el segundo gran Martirio de católicos japoneses en la Era Moderna, y que hizo ”famosa” a Nagasaki: El lanzamiento de la segunda bomba atómica en Japón en esa isla, con la mayor comunidad Católica del Japón. ¿Fue casual que el siniestro masón de Truman escogiera esta isla como también en Italia escogió bombardear Montecasino? me planteaba mi amigo. Que el lector saque sus conclusiones. Recordamos las palabras del Libro del Apocalipsis sobre la sangre de los mártires como paso Oración ante el Trono de Dios y paso previo para que se complete el número de los escogidos antes del Retorno del Rey, Jesucristo.



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