Los inmigrantes son los que menos hay que culpar... por décadas también portugueses y españoles emigraron en búsqueda de una vida mejor, para ellos y sus familias. Los migrantes son como náufragos: se les puede decir que no intenten agarrarse a un bote de salvación que pase al alcance de sus manos? Claro que no. Lo cierto es que si el bote queda demasiado lleno de náufragos, ni ellos ni la tripulación del bote se salvarán pues también este irá al hondo. Está en las manos del comando del bote admitir la entrada solamente de los lugares de que dispone el bote y no más. Cuantos? Pues lo mismo numero que el numero de remos! Si hay pocos remos no pueden entrar muchos náufragos, pues el bote no se podrá gobernar en las olas de una mar encrespada.

Como digo son los que menos hay que culpar... empero, algo son de culpar. Por lo menos aquellos que llegan altivos y entienden que pueden cambiar su nuevo entorno a la medida de sus costumbres o deseos, sólo porque son muchos y han sido bien recibidos... entienden que el bote de salvación es suyo porque están en él o mismo porque reman como los otros. NO! El bote no es suyo. Si intentan hacerlo suyo están a apropiarse de algo que no es de su derecho hacerlo. Están a robar: a robar un buque, como a robar un país. Robar un país de quien lo hizo nacer y crecer, fuerte el suficiente para enfrentar las adversidades y sobrevivir, en condiciones en que otros naufragan. Robar porque quieren quitarlo de sus raíces, de su historia, de sus rasgos tradicionales, de su estructura moral, de su propia esencia para hacerlo más confortable para los huéspedes en detrimento de la voluntad de los anfitriones. Eso es robo!

Y los ladrones deben castigados! Por lo menos con la expulsión. Ellos y quien dejó algo tan precioso como un país, vulnerable a las manos de los ladrones.