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Tema: Abel Gudrá, impresentable.

  1. #1
    Avatar de Juan del Águila
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    Abel Gudrá, impresentable.

    Una advertencia antes de deleitaros con este engendro sacado de la página de la 'Yama'a Islámica de Al-Andalus', célebre saco de mi**** digital que sirve de altavoz para quintacolumnistas muslimes de apellido García y añoradores del burka varios.Repulsivo, en definitiva.La advertencia:<<no recomendada su lectura para foreros tradicionalistas de alias Ordóñez.Puede provocar vómitos, erupciones cutáneas, profundo malestar general, y reacciones agresivas contra el nacionalismo andaluz, seguidas de altas dosis de violencia verbal>>.

    Ya estás avisado amigo.No digas que no te lo advertí.


    En pocas ocasiones, la historia ha sido tan injusta como en el caso del andaluz Abel Gudrá. Intereses de muy distinta índole nos han ocultado la obra y el personaje, llegando a nuestros días por las referencias que de él se hacen en las obras de Blas Infante y otros miembros de las Juntas Liberalistas.

    Su obra poética y literaria, aunque numerosa, es desconocida, incluso para los que la buscamos con un interés especial. Sus datos biográficos son completamente desconocidos, como si nunca hubiese existido.

    Su importancia en la configuración del “Ideal andalucista”, cuya teoría configuró magistralmente Blas Infante, es de una magnitud tal, que llevó a decir al escritor y estudioso del Andalucismo Manuel Ruiz Lagos en “Fundamentos de Andalucía”:

    “Esta relación del movimiento Andalucista con la teoría de la emancipación de los pueblos de Oriente, expresada concretamente por el poeta Abel Gudrá, no es casual, se inserta en la búsqueda de las raíces autóctonas del antiguo Al-Andalus.
    Por otra parte, la influencia directa sobre la tesis de Infante, pienso que es bastante singular por lo que significa de exaltación de la cultura andaluza, interrelacionada con toda manifestación euro-asiática.

    Probablemente, en pocas ocasiones se han dado a conocer textos de Abel Gudrá, cuyo estilo literario impregna al propio Infante, cuando se entusiasma por la formulación teórica y constitutiva de nuestro país”.

    Islam es eternismo
    ¿Del Islam que queda?
    El pensamiento de lo divino.
    La armónica imposición de lo divino
    Islam no es misticismo, es acción.
    Si es profecía (acción profética), ella no es
    “previsión del futuro”, sino imposición armónica
    de lo venidero; por incesante lucha.
    El eternismo no es una opinión, es un axioma.
    Y este axioma es una experiencia nuestra,
    de la época de Andalucía.

    Nosotros somos un comité insurreccional,
    jueces del crimen contra Jerusalén,
    jueces de la agresión Occidental en tierras
    orientalmente esenciales,
    tierras de Andalucía.
    (Abel Gudrá, discurso de Delhi).

    Tal y como piensa Manuel Ruiz Lagos, la influencia de Abel Gudrá en Blas Infante fue tal, que hubiese sido imposible la concreción del “Ideal andaluz” sin su valiosa aportación.

    A las ideas de Blas Infante de liberación del pueblo andaluz, especialmente de aquellos que para Infante representaban lo más genuino de ese pueblo, el jornalero andaluz, Abel Gudrá añade lo que para Infante fue “el enriquecimiento de motivos para la voluntad de ser”, es decir, la conexión histórica entre un presente con unas señas de identidad veladas por la Conquista Castellana y la última época de esplendor en que Andalucía fue libre: Al-Andalus.

    La base del “Nacionalismo andaluz”, del “andalucismo”, su concepto de Nación, es la mayor aportación de Abel Gudrá y de los orientalistas andaluces a las tesis Infantianas, diferenciándolo del resto de nacionalismos peninsulares y Europeos.
    Para los “liberalistas”, el concepto de Nación se basa en el “principio de las culturas”, en contraposición con el “principio de las naciones” imperante en Europa. Oriente frente a Occidente, “Nación-Estado” frente a “Comunidad Cultural”.

    Mientras que en Europa triunfa el concepto de Nación-Estado, donde los Nacionalismos hegemónicos, mediante la guerra y la conquista de territorio se constituyen en Estado a costa de otras Naciones más débiles en el aspecto militar, el concepto de Nacionalismo Oriental, al que las “Juntas Liberalistas” se suman con gran entusiasmo, se basa en el Principio de las Culturas, estableciéndose en Comunidades Culturales unidas por la “voluntad de ser”.Mientras que Occidente impone su modelo político por la fuerza de las armas, los orientalistas de las Juntas Liberalistas proponen la “Federación de los Pueblos”, unidos por una afinidad cultural y por la “voluntad de ser”, llegando a proponer una Federación de Estados Andaluces al Norte y Sur del estrecho.

    “…¿se comprende ahora, porqué aspiramos a que Marruecos, hoy sometido al Protectorado de España, llegue a ser verdaderamente protegido, viniendo a formar un Estado Autónomo federado con los demás Andaluces, dentro del gran anfictionado de Andalucía?” (Blas Infante, La verdad sobre el complot de Tablada).
    No eran Infante y Abel Gudrá los únicos que tomaron las ideas Orientalistas de Nación dentro de las Juntas Liberalistas. Otro de aquellos excepcionales espíritus que dieron cuerpo al “Ideal andaluz”, Fermín Requena en su obra “Delimitación de Andalucía” diría:

    “Nosotros, como Gil Benumeya, y como tantos otros defensores de la Liberación Andaluza, mantenemos basadas en los lazos etnográficos, históricos, geográficos y políticos, que la Andalucía de verdad que marcan la raza y el suelo, la de Tartesios y Omeyas, la griega y morisca, el país en que se afincó la más brillante cultura de Occidente es cosa muy distinta.

    Es un concepto geográfico preciso que abarca toda la España al Sur de la Oretana, añadiendo a las ocho provincias de la región, la de Badajoz, antiguo y célebre reino; casi toda Ciudad Real, prolongación natural de las tierras altas jiennenses, país de ganadería, viñedo y tierra caliente y adherido al sistema mariánico; el resto de Murcia en sus límites tradicionales y las prolongaciones de la España Africana: Melilla, Ceuta y Canarias”.

    Otro liberalista, E. Jiménez de Buen, nos dejaría bien claro el espíritu de la idea confederal de los pueblos andaluces:

    “Si algunos espíritus suspicaces desconfían del liberalismo andaluz, por propugnar la autonomía de las ciudades andaluzas de ambos lados del Estrecho y por estrechez de miras, no se dan cuenta del prestigio que reportaría para España ante Oriente y Occidente”.

    Blas Infante iría más lejos aún, dándole al Nacionalismo Andaluz un sentido espiritual y metafísico, otorgándole a Andalucía un:

    “rango director o dirigente de una cultura, que determinada por el hecho de su difusión, supone un poder, una actitud originaria en el pueblo que la produce, relativa a la creación del Cosmos espiritual, al cual ha de reunir a articularse todo lo humano, atraído por la acción captante de aquel mundo que se ofrece naturalmente, como fin ordenador de las energías de los hombres hacia un eterno objetivo” (Blas Infante, manuscrito inédito).(1)

    En este inédito de Blas Infante, se repite el concepto expresado también en el Himno Andaluz: “hombres de luz que a los hombres alma de hombres les dimos”, en referencia a esa constante de los hombres liberalistas de retomar la función esotérica de Andalucía para volver a ser la guía espiritual de un mundo que ha perdido su sentido de trascendencia, basándose en el esoterismo Islámico desarrollado por los maestros sufies andaluces, como Ibn Arabi, cuyas obras eran muy conocidas por Infante.

    No es de extrañar que la prensa de la época se hiciera cargo de las ideas Federalistas andaluzas advirtiendo del carácter internacionalistade las mismas.

    “El andalucismo es hoy un sentimiento casi de carácter internacionalista.
    Lo sienten los espíritus liberales y cultivados de los nacidos en la región; los moros que viven las ciudades cultas del Mogreb, descendientes de Andaluces; todos los musulmanes que estudian y añoran el esplendor del medievo andaluz; los estudiantes de las ciudades islamitas; los hebreos sefarditas, y aún, los askenasis que siguen con fervor los faros espirituales que se encendieron en nuestro suelo patria de Maimonides.

    El andalucismo no es hoy un vago sentimiento lírico que se nutra de tradición y de historia, sino que aspira a que Andalucía vuelva a ser hogar espiritual de una cultura humanista y fraterna, plena de tolerancias y ardorosa de ideales…”
    (La voz de Córdoba, 10-6-1931).

    En estas teorías del “Principio de las culturas” y de la misión cultural y espiritual de Andalucía respecto al mundo, tuvo una gran importancia Abel Gudrá, los contactos con exiliados árabes que visitaron varias veces Andalucía y la culminación que estas ideas tuvieron en Blas Infante con motivo de su viaje a Marruecos para rendir homenaje al rey poeta de Sevilla Al-Motamid.

    El mismo Infante reconoce la importancia de Abel Gudrá en el desarrollo del “Ideal Andaluz”.

    “Es un supremo artífice de nuestro estilo. Su palabra arrebatadora, expresiva de conceptos supremos, condensados a veces en fórmulas aceradas que, aunque en el contenido superen y contradigan en lo externo, recuerda a un hombre Europeo influido por la estética literaria oriental, Nietzsche. Está consagrada a evocar el fervor de los pueblos afro-asiáticos que, en confirmación de nuestro repetido postulado segundo del principio de las culturas, ordena su entusiasmo a fin de la libertad de Andalucía, correspondiente a su rango de foco cultural director; entusiasmo más intenso y constante que el que Europa pudo llegar a sentir con respecto a Grecia, en cumplimiento con la ley o imperativo natural que entraña la verdad de aquel postulado”.

    Otro destacado miembro de las Juntas Liberalistas, el médico malagueño Diego Ruiz, enlace entre Blas Infante y los grupos árabes exiliados por entonces en Génova, conocedor del árabe y traductor de los discursos de Abel Gudrá en Delhi, escribiría a Blas Infante:

    “Mi querido Blas Infante, Ud. no puede imaginarse mi gratitud.
    Le remito, a prisa, mi traducción del primer discurso de Abel Gudrá, por nuestra Patria, en Delhi.
    Lea Ud. esas páginas. Se las remito como las he traducido, porque mi emoción es indecible.
    ¡Infante, nuestra Patria interviene en el mundo!
    ¡Es capital para la cuestión de Oriente!
    ¿Cuándo nos veremos? ¿Cuándo?. Le escribiré más despacio.
    Por hoy, le manda un abrazo su agradecidísimo, Diego Ruiz
    Fermo Posta (Bologna) 15-5-1930


    En esta carta de Diego Ruiz a Infante, se puede ver la gran expectación que produjeron los discursos de Abel Gudrá en los andalucistas y el grado de implicación de los mismos en las teorías de Abel Gudrá referentes al “Principio de las culturas” y la posición de Andalucía respecto a la política internacional.

    Otro de los pilares de la influencia ideológica en el andalucismo fueron los intelectuales árabes (sirios y palestinos principalmente) exiliados en Europa.
    En esta época, la situación del mundo árabe e islámico, era la de colonización por parte de los países europeos. Después de la primera guerra mundial y tras la caída del Imperio Otomano, las potencias europeas se reparten el mundo islámico: Francia se queda con parte de Marruecos y Argelia; Italia con Libia y Túnez; España con el norte de Marruecos; Inglaterra con Siria, Palestina y la península Arábiga.

    En esta situación, surgen los movimientos de liberación de los pueblos colonizados, cuyas principales figuras políticas e intelectuales se encontraban exiliadas en Europa. La relación de Blas Infante y las Juntas Liberalistas se encauzaron a través del grupo de intelectuales sirio-palestinos, que en aquella época editaban en Génova la revista “La Nación Arabe”, patrocinada por el emir Chekib Arslam e Ibsan Bey Et-Djabri. Los ejemplares de esta revista podemos encontrarlos en la biblioteca de Blas Infante.

    Estos poetas e intelectuales sirio-palestinos, mediante sus prolongadas estancias en Andalucía, ejercieron una importante influencia en el movimiento intelectual y político que empezaba a surgir.

    Sobre esta relación de los movimientos de liberación árabes y el andalucismo, apunta el profesor D. Pedro Martínez Montalvez:

    “…curiosamente, el primer grande y auténtico movimiento de la poesía árabe moderna, nace en tierras de emigración fundamentalmente, y es obra de hombres expatriados, que cargan con muchas dolencias en el cuerpo y en el alma. Esta obra de los poetas sirio-libaneses que viven buena parte de su existencia, y escriben, en el Nuevo Mundo, constituyendo con ello el Mahyar –lugar de emigración o huida- esta poesía lleva la triple impronta de la nostalgia del pensamiento y el ansia de libertad”.

    Entre estos intelectuales sirio-libaneses, tuvo un lugar destacado el poeta Amin al-Rihani, del que Martínez Montalvez diría:

    “viajero continuo entre Oriente y Occidente, que visita España en 1923 (un año antes del viaje de Infante a Marruecos) y en 1940…el fuerte de Rihani está en el pensamiento de alcance político y social y su actuación fue de las más importantes e influyentes en el ambiente de entreguerras del mundo árabe…”

    Gran importancia tuvieron los grupos del Mahyar afincados en Suramérica, especialmente los afincados en Sao Paulo, fundadores de la revista “La liga Andalusí” (Al-usbaal Andalusiyya, 1032), muy influyente entre las comunidades andaluzas de Suramérica.

    En este marco de retorno al esplendor de Al-Andalus como base cultural de los movimientos de liberación panarabes, presenta Abel Gudrá en India.El “Ideal Andaluz”, como un movimiento de liberación, una herramienta de liberación no solo de Andalucía, sino de los pueblos colonizados que buscan una referencia común y la encuentran en el esplendor de Al-Andalus. Tanto para los movimientos panarabes como para el movimiento andalucista, Al-Andalus ejerce como guía y como referente cultural e identitario.

    Como ya hemos visto, la aportación de Abel Gudrá y la concreción de su pensamiento en los discursos de Delhi, supusieron junto con el pensamiento de Infante y las aportaciones de otros destacados miembros de las Juntas Liberalistas, el cuerpo de doctrina del “Ideal Andaluz”. Los discursos de Delhi, en lo que Infante llamó “Congreso de los pueblos sin Estado” (por cuestiones de conveniencia política) pero realmente denominado “Congreso Interislámico”, según el propio Abel Gudrá, nos aporta la idea de Andalucía como faro y guía para los pueblos islámicos de Oriente, renovando el liderazgo espiritual que ya tuvo en tiempos de Al-Andalus, ofreciéndose a Oriente como eje central en la liberación de los pueblos islámicos.

    “Cuando precediendo al “Congreso Interislámico”, quién os habla daba a la imprenta “Las andaluzas”, ese diván simbolizaba –con un centro ideal en Iberia- la gran lucha por el espacio. ¿De donde somos? ¿A quién pertenecemos?...
    Nosotros pusimos a guardia del océano, una centinela oriental en tierra extrema de occidente; y con esta paradoja geográfica significábamos que éramos capaces de esperar.
    ¡Pues bien, si, Andalucía es nuestra Patria!
    La cuestión de la India es una ola levantada por los monzones: esa ola tiene por orilla España, Andalucía, esencial España…
    Vosotros conocéis el poético gemir de los Shuitas: “el corazón de todo verdadero Shuita es la viviente tumba de Hossein”.
    Nosotros tenemos esta amargura en el pecho: Andalucía
    Nuestro centro está allí.
    En el centro ideal de esta agitación, yo continúo viendo un faro: Andalucía.
    Andalucía es el puente de Brooklyn, audazmente tendido entre Oriente y Poniente, ella es Oriental en el extremo mundo de los occidentales. Ella es siempre, de aspecto, de alma, de historia, como de aspiraciones anti-europea…y bien hizo en quedar tal, porque hoy…Europa fue Europa; es mandado, protectorado, colonia.
    Sepamos armonizar en el Islam renovado, nuestra experiencia palestiniana con nuestra grande, perfumada experiencia andaluza. (Discursos Delhi, 2º y 3º).

    Manuel Ruiz Lagos, compara los discursos de Delhi con las teorías de Infante en “La Revolución Andaluza”.

    “Si contrastásemos en análisis textual el mensaje indio con las palabras de Infante cuando teoriza sobre La Revolución Andaluza casi podríamos hablar de una transliteración.

    A la idea proudhoniana de la federación se une, ahora, bajo la denominación de Euro-Asia, la tesis panislámica de la Nación árabe, anfictionado de pueblos unidos por la cultura y por una misma voluntad. El andalucismo como ideal cultural, recuerda sus interrelaciones con otras expresiones del mundo oriental y fija en la línea federativa-solidaria la colaboración real en el plano político de las relaciones internacionales”.

    Para terminar, llamar la atención sobre un dato que, aunque ya reseñado, merece la pena comentar: Abel Gudrá participa en el “Congreso Ínter islámico” como representante de las “Juntas Liberalistas” y del pueblo andaluz. En este congreso, el vinculo común de los participantes era el de ser naciones sin estado, debido a la situación colonial, y pertenecer al Universo Cultural Islámico, del que las “Juntas Liberalistas” se consideraban parte, además del fundamento y razón de ser de su movimiento de liberación.
    En definitiva, pura diarrea mental.No se puede dar más asco.
    ---------------------------------------------------------------

    (1): esto lo sacó Blas Infante de Cuarto Milenio, por lo menos.

  2. #2
    Avatar de Corgos
    Corgos está desconectado Miembro graduado
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    Re: Abel Gudrá, impresentable.

    Como curiosidad decir que el grupo sirio-palestino al que hace referencia el texto pasados los años apoyaría al III Reich, y seía uno de los sostenes políticos de la llamada Legión Arabe del Ejercito nazi, y de las diversas unidades de origen musulman encuadradas en el ejercito italiano. Teniendo un protagonismo destacado entre esos "luchadores exilados" el gran Mufti de Jerusalen

    Así que la cosa es jugosa, "diarrealmente" se entiende


    Un saludo

  3. #3
    Avatar de Arturo Navarro-Grau
    Arturo Navarro-Grau está desconectado Una Grande y Libre
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    Si es que de donde no hay, no se puede sacar...!!!

    Ahora resulta, según leo en ese "texto-soflama", que ....¡Canarias también era Al Andalus!...Coño, y yo toda la vida pensando que éramos una provincia de Castilla, conquistada por castellanos, andaluces, extremeños, vascos, genoveses, portugueses, etc... a un pueblo neolítico llamado "Guanche", de noble estirpe y leal comportamiento, de una valentía y fiereza en la batalla que llegó incluso a sorprender a las huestes castellanas....Joder, si la única prersencia musulmana que ha tenido Canarias ha sido:
    - En los siglos X al XIV, las razzias mauritanas en busca de esclavos a las islas más orientales.
    - Hoy en día, con la afluencia masiva de inmigrantes ilegales a nuestras costas.

    Vamos, coño, que puestos a reinventar la historia, los imbéciles estos nacionalistas se quedan solos....!!!!!!!

    Saludos cordiales desde Canarias, trocito de Castilla en el Atlántico.

  4. #4
    Avatar de Ordóñez
    Ordóñez está desconectado Puerto y Puerta D Yndias
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    Re: Abel Gudrá, impresentable.

    Estimado Arturo:


    Las Canarias fueron conquistadas mayormente por gentes del Reino de Sevilla, y los Condes de Niebla sus reyes. De ahí a vuestro tan rico y evolucionado acento y folklore. Es cierto que también se asentaron vascos, castellanos, genoveses y lusos. Ustedes tenéis de castellanos lo mismo que nosotros. Una cosa es " Corona de Castilla " y otra Castilla propiamente dicha. De hecho incluso el primer pendón canario, amén del blasón claro, lo expuso Paco creo, es la bandera imperial carmesí con los escudos de la Monarquía Católica. Y en la conquista se llevarían pendones cuartelados de Sevilla.


    Sixtino curioso lo que dices. No sólo de la " Freies Arabien " estaban por allí, sino que también hubo muchos en la Berbería, donde se sacó una cancioncilla que traducida vendría a ser como " Allah en el cielo y Hitler en la tierra...... El Gran Muftí, Al Husseini, era tío de Yasser Arafat.



    No te preocupes amigo Juan, ya estoy curado de espanto.....
    Última edición por Ordóñez; 22/06/2006 a las 16:19

  5. #5
    Avatar de Arturo Navarro-Grau
    Arturo Navarro-Grau está desconectado Una Grande y Libre
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    Efectivamente, durante la conquista de las Canarias...

    ...había gran cantidad de sevillanos y, en segundo lugar, extremeños. Pero ojo, no las siete islas fueron conquistadas de la misma manera. Inicialmente, en el s.XIV, las primeras incursiones, en las islas orientales, las llevó a cabo Juan de Bethencourt, caballero normando al servicio de la corona de Castilla. La tropa era reclutada por él mismo, pues actuaba como "mercenario" al servicio de Castilla. Fuerteventura, Lanzarote, La Gomera y EL Hierro fueron conquistadas de esta manera, eran lo que se llamaban islas de "señorío", y los conquistaores tenían consideración de "virreyes" o señores feudales. El resto de las islas fue conquistado po un ejército, digamos profesional, enviado directamente por la reina Isabel de Castilla. Lo que sucede es que, por ejemplo en el caso de Tenerife, la conquista no se inició hasta treina años después de haber sido conquistada Gran Canaria. Las tropas que trajo consigo Alonso Fernández de Lugo estaban formadas por unos 3.500 hombres, de los que tan sólo 500 ó 600 eran de origen peninsular. El restp era tropa formada por guanches de las diferentes islas, que ya habían sido cristianizados, y reclutados en las huestes castellanas. Estas islas se denominaron de "realengo", y no tenían otro tratamiento que el de provincias castellanas. Se encontraba al frente de su gobierno un Adelantado, Alonso Fernández de Lugo. Además, existía la figura del "procurador de cortes", una especie de "hombre de confianza" de la reina Isabel, que la mantenía al día sobre cualquier desmán o tropelía que contraviniese sus ordenanzas sobre la población aborigen, por ejemplo, la prohibición de la esclavitud, ya que, desde el momento en que se les bautizaba, se les otorgaba la condición de "ciudadano de Castilla".
    Y si que tienes razón en lo del acento: en Canarias el acento que tenemos es muy similar al sevillano, de hecho en ocasiones me han confundido en la península con andaluz. Otra cosa son las expresiones, palabras, nombres, etc... propios de las islas, pero eso sería otro cantar...!!!!

    Saludos cordiales.....

  6. #6
    Avatar de Ordóñez
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    Re: Abel Gudrá, impresentable.

    Libros antiguos y de colección en IberLibro
    Sí pero al tratamiento que te refieres también pasaba en la Península con expresiones como " Reynos de Castilla y León " y después directamente " Reynos de Castilla "; pero eso no quiere decir que seamos castellanos. Yo escribí aquí. A ver qué te parece esto amigo ( Recuerda que una parte de la Extremadura del Sur es sevillana también ):


    LOS REYES SEVILLANOS DE LAS CANARIAS :


    Antes que nada, agradecer al historiador sevillano José María de Mena su trabajo; plasmado entre otras cosas, en su obra Personajes sevillanos célebres en la Historia ( Colección Giraldillo; Serie Mayor )




    Las Islas Canarias ( Nombre derivado de sus originales canes ) formaban ya parte de la mitología grecorromana, como la Piel de Toro; siendo situadas como el Jardín de las Hespérides; uno de los trabajos hercúleos. Realmente, el contacto que se tenía en el mundo clásico se perdió; quedando en ella sus pobladores : Los guanches, de los que realmente sabemos poco. Se aprecia que hablaban una lengua beréber y que no tenían una homogeneidad física; ya que a los guanches de Tenerife se les dice “ rubios y altísimos “ y a otros “ ni blancos ni negros “. Sea como fuere, tras el proceso de Conquista llevado a cabo por la Corona Castellana y otros Reinos Hispánicos, habitaban en las Islas Afortunadas unos treinta mil guanches, de los cuales la inmensa mayoría, desgraciadamente, se extinguieron, quedando algunos nombres y apellidos : Naira, Yeray, Guayre, Mencey, Idaira….Eran un pueblo muy luchador, e incluso se le ha relacionado sus actividades pugilísticas con zonas de España como León, las Vascongadas, Navarra….



    Lanceloto Mallocello, un genovés que comandaba una expedición portuguesa, arribó a las islas en el año de 1312, de ahí a Lanzarote….



    Por el año 1400, un Caballero de la Normandía que se encontraba al servicio de la Corona de Castilla, Juan de Béthencourt, navegante y soldado, arribó al Archipiélago. Concibió pues la idea de conquistar el novedoso territorio insular, pero para ello precisaba tener primero una cobertura continental próxima, y así lo primero que hizo fue establecer en Cabo Suy, la Costa del Sáhara Español, una base de operaciones desde la que realizar sus incursiones a las Canarias. Pero las islas eran demasiado grandes para sus escasos medios, ya que no contaba ni con una docena de soldados. Se contentó con ocupar la pequeña isla de Fuerteventura, de la que tomó posesión autotitulándose Rey; capturó guanches y trajólos a la Piel de Toro para venderlos.



    Puesto en comunicación Béthencourt con el Papa, a quien dio cuenta de la existencia de las Islas Canarias, de las que él era Rey por derecho de su “ Descubrimiento “ ( Esto último, nada más lejos de la realidad…); el Papa le reconoció como tal, y Béthencourt marchó a la Francia y a la Escocia para intentar que los reyes de estos países le facilitasen barcos y tropas en cantidad suficiente para llevar a cabo la Conquista insular. Sin embargo, al no obtener lo que necesitaba volvió a la Península Ibérica, y pactó con la Corona de Castilla, para que le reconociera como rey feudatario y le diera alguna ayuda.



    Vuelto a Cabo Juy examinó detenidamente el Archipiélago desde su barco, y llegando a la conclusión de que era una empresa demasiado grande para él transfirió sus derechos a su primo, Monsieur Maciote, el cual quedó titulado Rey de Canarias, pero tampoco llegó a considerar como posible la Conquista de las islas, así que al igual que el anterior, realizó algunos desembarcos, capturó guanches y llevólos para esclavizarlos a Francia y España.



    Sin embargo, la noticia de las Islas Afortunadas habían despertado el interés de muchos españoles deseosos de gloriosas aventuras; y fueron muchos los Hijos del Reino de Sevilla los que se enrolaron para acompañar al obispo que había sido nombrado por el Papa Martín V para las Canarias, y que era el sevillano Don Fray Mendo de Viedma. El obispo y sus sevillanos militares desembarcaron en Lanzarote, fundando allí una pequeña ciudad y entablando ciertas negociaciones con los aguerridos guanches.



    Pero ocurrió que el rey Maciote, ante la imposibilidad de conquistar las islas mayores, decidió abandonar la empresa política y limitarse a la mercantil, con el propósito de ir esclavizando el mayor número posible de vasallos, utilizando Lanzarote como su base de operaciones…El obispo Viedma se opuso a este proyecto, y respaldado por los Caballeros Hispalenses que lo que pretendían era civilizar y evangelizar aquel territorio y unirlo a la política del Reino Español de Sevilla, iniciaron una resistencia civil contra el rey. Éste, intentando continuar con su propósito, se embarcó para la Eterna Roma, donde pidió al Papado la creación de otra diócesis, donde él pondría la capital y organizaría las cosas a su imagen y semejanza. Pero no le salió bien el intento; porque Fray Mendo de Viedma fue a Roma a aclarar la situación ante el Vicario de Cristo y consiguió desbaratar los planes mercantilistas; en tales términos que Maciote se vio obligado a vender sus derechos monárquicos, encontrándose como único comprador al Caballero Veinticuatro del Ayuntamiento de Sevilla : Don Pedro Barba Campos, quien pasó, por tanto, a ser el III Rey de las Canarias. Pedro Barba Campos era marino, Almirante de una flota que había mandado la Reina Regente, Doña Catalina, madre del niño Juan III de Castilla.



    Pedro Barba Campos vendió sus derechos a otro sevillano; también Caballero Veinticuatro del Ayuntamiento de Sevilla : Fernán Pérez de Sevilla, IV Rey de las Canarias. Duró éste poco en el trono; vendiendo sus derechos al Conde de Niebla : Don Enrique Alonso de Guzmán; V Rey de las Canarias.



    El Conde de Niebla, Grande de España, con notable influencia en diversas Cortes Europeas; ocupado demasiado en las labores de su fuerte condado y ante unas islas a medio ocupar y con poca esperanza, vendió sus derechos en el año de 1420 al sevillano Alfonso de las Casas, Alcalde Mayor de Sevilla, por mil doblas de oro. Alfonso VI de las Casas pues; VI Rey de las Canarias, juró feudo a Juan de Castilla, haciéndose constar en Capitulaciones que se firmaron en Ávila el 25 de Agosto del 1420, con el que compromiso de que fuera Sevilla la que llevara a cabo la definitiva Conquista de las Canarias, de las cuales aún no se había llegado a pisar siquiera las de Gran Canaria, Tenerife y La Palma.



    Durante trece años reinó Alfonso en las Canarias; conquistando varias islas, entre ellas las del Hierro y a su muerte, en el 1433, heredó el Trono Canario su hijo Guillén de las Casas, nacido en Sevilla, que fue el VII Rey de las Canarias. Ya para estas fechas se había creado en la Gomera una Corte; donde el Obispo y el Rey ( Sevillanos ) protagonizaban los mejores acontecimientos oficiales.



    Guillén de las Casas casóse con Inés de Bracamonte, sobrina de Béthencourt, y de este matrimonio nacieron Inés y Guillén, siendo Inés la que sucedió a su padre como VIII Monarca.



    Inés de las Casas contrajo matrimonio con otro sevillano, también Caballero Veinticuatro de Sevilla, Fernán Peraza, quien se aplicó con afán a la Conquista Canaria, preparando todo un ejército al mando de su Reino para desembarcar en la Isla de la Palma.



    Al cabo de un par de décadas; los Reyes contaban con un hijo, Guillén Peraza de las Casas, príncipe audaz, que quiso compartir con su padre la gloria del desembarco y la Conquista de la Palma. Según cuenta una crónica : “ El Príncipe Guillén, llevado de su ardor juvenil y su valentía se adentró en el territorio más de lo prudente, cayendo de improviso sobre su pequeña tropa un crecido número de guanches palmeros, que destruyeron la hueste del Príncipe. Este, protegiendo a los suyos, ordenó que se retirasen y él quedó manteniendo la retirada, pero quedó cortado en una vaguada combatiendo animosamente espada en mano, hasta que le golpearon con una piedra en la cabeza, dejándole muerto. Recuperado el cadáver por los suyos tras una sangrienta pelea, fue transportado a La Gomera, donde se le hizo un funeral donde lloraron todas las mujeres de la Isla, arañándose la cara con las uñas, y gritando como si a cada una se le hubiera muerto el marido o el hijo. “. De esta muerte desgraciada se escribió un planto o “ lay “ que hasta hace poco cantaban las niñas de La Gomera, y que así dice :




    “ Llorad las damas
    así Dios os vala
    Guillén Peraza
    Quedó en La Palma;
    La flor marchita
    De la su cara.
    No eres palma
    Que eres retama,
    Eres ciprés
    De triste rama,
    Eres desdicha,
    Desdicha mala.
    ¿ Do está tu escudo
    Guillén Peraza ?
    ¿ Dónde está tu lanza ?
    Todo acaba
    La mala andanza. “





    Poco después de la muerte del Príncipe de Híspalis, murieron sus progenitores, quedando heredera del trono una hermana de Guillén Peraza, Inés Peraza de las Casas, que andaba educándose en Sevilla, en la casa del Duque de Medina Sidonia, su pariente, y éste, al conocer la muerte de los Reyes Hispánicos Canarios, y que la pequeña Inés había de heredar el Reinado, la casó en cuanto tuvo trece años con otro Caballero Veinticuatro Sevillano, llamado Diego de Herrera.



    Inés Peraza de las Casas, IX Reina Titular de las Canarias, marchó con su esposo hacia Lanzarote y la Gomera, residiendo en ambas islas, y haciendo frecuentes viajes a la Península para negociar ayudas para la definitiva Conquista del archipiélago ( Sobre todo, las Islas Mayores ) Castilla, recelosa de Portugal o Francia, decidió asumir por sí misma la Conquista de Tenerife y Gran Canaria, y los Reyes Católicos instaran a los Reyes Titulares a que depusieran sus Derechos Reales; firmándose la Capitulación en Sevilla el 15 de Octubre del 1477; quedando Inés y Diego como Condes de la Gomera, más cinco millones de maravedíes y las rentas de Lanzarote, Fuerteventura y el Hierro.



    Queda claro que, en todo caso, la Conquista de las Canarias fue una empresa mayormente sevillana; con el claro patrocinio de una entidad política de peso como era Castilla; pero a título puramente nominal; y que Isabel no era sólo Reina de Castilla, y Fernando lo era de Aragón. Fueron pues, las Canarias para la Hispanidad una fundación meritoria de los sevillanos sin desmerecer los otros aportes de las gentes españolas; pero hay que acabar con ciertos tópicos historiográficos que, durante siglos, otorgan sólo a Castilla las labores imperiales.




    Una estrofa del “ Canto de Canarias “, de Bartolomé Cayrasco de Figueroa, dice así :




    “ Dejó las islas a Monsieur Maciote,
    sobrino suyo, y dio la vuelta España:
    éste las dio en empeño, muerto el tío,
    a Don Guillén, llamado de Las Casas,
    y éste las dio con una hija en dote
    a Hernán Peraza, caballero noble;
    el que las dio también en casamiento
    con su heredera Doña Inés Peraza
    ilustre, generosa y bella dama,
    al valeroso Diego de Herrera,
    de clara antigua sangre precedido. “



    Y ahora que caigo, todo el mundo sabe que los acentos canarios tienen una clara influencia del sudoeste andaluz. Es lógico. Ahora que lo pienso, cariñosamente se conoce a los canarios por ser buenos muyayos y por recelar de beber agua del yorro. Y resulta que en la campiña de la actual provincia de Huelva, y mayormente concretando en Valverde del Camino, se dice “ oyo café con leiye “. Las aspiraciones de –j- , -h- y –s-, esa forma peculiar de pronunciar la -ch-; que a posteriori se va a apreciar en notables zonas de la América Hispana…..También me dicen ( Tengo familia en las Islas Afortunadas ) que existe un notable recelo para con el peninsular, y que dentro de ello, al más cercano se considera al sevillano y al gaditano ( Las actuales Cádiz y Sevilla tienen bastante relación con las Canarias por sus gentes ). También veo las murgas carnavaleras canarias, y el folklore de allí, y no deja de recordarme a las tierras gaditanas, onubenses y sevillanas que formaban el Reino de Sevilla ( Amén del sur pacense ); tradición también harto presente en las zonas itálicas que tuvieron contacto con Las Españas.



    Reino de Sevilla y Reino de las Canarias; ¡ en Hermandad por el Sol de Las Españas !

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