No es mi labor ni intención ensalzar la figura del citado, pero al haberse convertido en el blanco de la ira de tantos y culpable de todos los males del pequeño País del Euskera, conviene recordar que hizo (o propuso) y que no hizo. Aclarábamos (lo cual para más de uno al parecer fue un descubrimiento) que el jeltzale tuvo poco que ver en la unificación literaria del euskera. Es objetivo de este post aclarar cuales fueron sus postulados lingüísticos, así como las implicaciones de estos:
Nació en 1865 en Abando y falleció en Sukarrieta o Pedernales en 1903 debido a la enfermedad de Addison y un [terrible]* cáncer digestivo. Fundó en 1895 el Euzko Alderdi Jeltzalea (EAJ/PNV) con el objetivo de estructurar Vasconia politicamente en una república de estados federados llamada Euzkadi. Y por tanto el partido también debía ocuparse de estructurar el euskera para que fuera la lengua de esta república.
Con este fin publicó en 1896 Lecciones de Ortografía del euskera bizkaino que podría resumirse en los siguientes postulados:
A) Consideraba que los dialectos éuscaros no distaban tanto entre si, por lo tanto la unificación era innecesaria
Prácticamente se puede comprobar que las diferencias dialectales no dificultan en lo más mínimo las relaciones de unos euskeldunes con otros, ni tampoco es tanta como algunos suponen la dificultad con que tropiezan para entenderse los de distintos dialectos, sino muy insignificante y tal que desaparecería en absoluto en el momento que el euskeldun conociese gramaticalmente su lengua patria.
La diferencias entre cada dialecto estriba en gran parte en el mismo hablante y su conocimiento, si este no había salido de su valle sino en contadas ocasiones como ocurría en la mayoría de casos, estas diferencias resultaban abismales. No así para los sacerdotes, médicos y profesores que tenían oportunidad y obligación de viajar.
B) La unificación del euskera habría echado a perder la riqueza dialectal y habría creado una diferencia en la sociedad, entre aquellos con estudios y sin estudios
Al refundir todos los dialectos y subdialectos en una forma única, reconstituida como originaria común de todos ellos quedaría de una plumada suprimido y aniquilado en su mayor parte el extenso y admirable desarrollo fonético que el euskera ha podido alcanzar sólo con el transcurso de muchos siglos (...)
Resultaría que el campesino hablaría un euskera que se tendría por tosco y rudo, y otro, culto y aristocrático, el euskeriano de alguna educación literaria, originándose así, en la esfera de la cultura una cierta distinción de clases que en modo alguno puede armonizarse con el espíritu de igualdad que caracteriza al pueblo euskeriano y muy principalmente al bizkaino. (...)
Ya se ha mencionado que "la riqueza dialectal" es en muchos casos más que discutible, ¿es riqueza esto? nuen / nuan / nun/ non /neban / nen/ nuyen /nin yo lo pondría en duda. Y si tal fuera la riqueza ¿no sería mejor traerla al euskera batúa que dejarla apartada en los dialectos?
C) Se carecía de gente suficientemente experta para llevar a cabo tal tarea
Nunca podrá obtenerse seguridad de haber acertado en las resoluciones, y muchos menos siendo confiada la unificación a tratadistas poco o nada aptos en materia etimológica, que han sido siempre y siguen siendo todavía los más numerosos y osados.
D) La Euzkadi federal debía de constar de 6 estados, por lo tanto de 6 dialectos, y no uno:
Lo que procede, en mi opinión, es componer dentro de cada región euskeriana que haya sido antes estado autónomo y se halle en la posibilidad de volver a serlo algún día, un dialecto general, formado con los elementos menos alejados de las formas orgánicos, esparcidas aquí y allá en los diferentes subdialectos o variedades que se hablen en el territorio de que se trate (....) De esta suerte tendríamos un solo euskera guipuzkoano, un solo euskera nabarro, un solo euskera bizkaino, etc. viniendo a realizarse en la esfera lingüística la fórmula que en la práctica tiene tanto y tan decididos partidarios, la variedad en la unidad (...)
De todo ellos quizá el primero sea el único que pueda suscribirse, pues el resto se caen por su propio peso como se ha señalado (véase ¿Y por qué no se unificó cada dialecto del euskera?), y el haber llevado a cabo este proyecto habría supuesto de facto la muerte del euskera. Los dialectos no se corresponden con un único territorio o provincia (o condado, señorío, reino, vizcondado, etc.), estos se superponen.
Obviaba Arana en cambio el camino que cristalizaría en el 68 iniciado por Leizarraga, Axular, Oihenart, Etcheverry de Sara, Kardaberaz, Mendiburu, Moguel, Chaho, Aizkibel y otros tantos, que tal y como dice el profesor Koldo Zuazo no fijaron ningún modelo standar, pero dirigieron sus pasos a que los dialectos no se alejaran más entre si.
Queda claro por lo tanto que el primer opositor a la unificación literaria fue el padre del nacionalismo vasco, aunque si aceptó algo: la necesidad de una ortografía única. A decir verdad, no dista tanto de la postura actual de la Real Academia de la Lengua Vasca, que solo recomienda el uso del standar literario para la enseñanza, medios de comunicación y administración (norma 137), pero que insiste en la necesidad de utilizar una única ortografía, la acordada en el 68 (norma 0. Koldo Mitxelena) aun cuando se escriba en alguno de los 5 dialectos.
De esta manera Sabino Arana se sumaba a las corrientes traídas por el príncipe Bonaparte a la vasconia continental a través de Manterola, Campión, Luis Iza, el jesuita Jose Ignazio Arana y Azkue, este último con su informe Proyecto de ortografía (1896). El abandotarra fue además un firme defensor de la tilde para la ll, dd y tt, así como para diferenciar la r blanda de la dura.
El éxito de la tílde fue fulminante, el tener una letra "propia" (de la misma manera que el francés tiene la Ç y el castellano la Ñ) frente a las ortografías extranjeras encajó perfectamente. Igual éxito tuvieron el apostrofe (Sabino Arana'tar) y el guión (ba-daki), el primero debía utilizarse según él entre la palabra (o raíz) y los sufijos (Euzkadi-ren) y el guión en cambio entre el prefijo y la raíz (ez-berdin).
¿El resultado? un lío monumental del que nos ha costado deshacernos bastante (casi hasta nuestros días) y que ha terminado en el rechazo del apostrofe por mal uso y la tilde sobre las consonantes por dificultades con la imprenta. El destino del guión en cambio ha sido bien distinto, su uso es totalmente diferente al que propuso Arana, pues Euskaltzaindia recomienda su uso en la unión de palabras (hitz elkarteak) como odol-hodi (vaso sanguineo, literalmente sangre-vaso).
Arturo Campión
Y pesar de apoyar la necesidad de una unificación ortográfica los intentos por hacer prevalecer sus postulados lingüísticos dinamitaron la búsqueda de consensos en los Congresos ortográficos de Hendaya y Fuenterrabía (1901 y 1902). Así pues los euskaldunes quedaríamos divididos en dos como en tantas otras veces, los del Norte seguirían los dictados del Euskaltzaleen Biltzarra y los de la península a la Euskal Esnalea. Y la situación no mejoraría hasta que a proposición de la Sociedad de Estudios Vascos y bajo la tutela de las cuatro diputaciones forales naciera la Academia de la Lengua Vasca/Euskaltzaindia.
¿La aportación de Sabino Arana a la unificación literaria? nula, se dieron pasos hacia atrás en especial en Vizcaya, donde los intentos de separar el vizcaíno del resto de dialectos iniciados a principios del siglo XIX se vieron reforzados y se tardarían años en deshacer sus neologismos.
Ah! lo olvidaba, como buen vizcaíno utilizó la Ñ con profusión en sus artículos, poesías y demás textos en euskera, ¿una contradicción? no, y aunque parezca lo contrario, fue funcional en muchas de sus decisiones. No acentuaba las vocales (al igual que la mayoría de los escritores éuscaros de la época) por excesiva complejidad y utilizaba la Ñ al ser un fonema tan propio del dialecto que él utilizaba.
Luego vendría Mitxelena, la ponencia sobre la ortografía, etc. Y finalmente el uso de la Ñ estaría recomendada en aquellos casos en los que no sea fruto de la típica palatización que se da en el registro informal de algunos dialectos, pero esa ya es otra historia...
Jean Etxepare Miriku
*aun cuando se trata de una interpretación 'subjetiva' la lectura (que desaconsejo en caso de tener un estómago débil) de cualquiera de sus epístolas se lo confirmará al lector.
Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)
Marcadores