Un ejemplo de la ley del terror, que sucedía en poblaciones vascas, pero que se mantenía en secreto tanto para evitar represalias a los simples denunciantes como para no aterrorizar aun más a la población. Con unas autoridades y cuerpos judiciales y de orden público tan asustadas como los paisanos e inoperantes con las manos atadas por órdenes del timorato presidente Suárez, que solo servían de carne de cañón para ETA, a los simples ciudadanos amenazados solo les quedaba la huida.
Por esta época (1978), todavía quedarían por asesinar, aprox., unas 800 personas.
Los sucesivos des-gobiernos (ucedistas) de Madrid no tenían nada que decir: si te mataban, mala suerte, o "no haber sido tan facha..."…, pero nada de “reprimir” a terroristas.
Ah, y la amnistía total de asesinos etarras (para la "pacificación de Euzkadi", eso decían) ya regía desde unos meses atrás...
¿Alguien duda, pues, por qué el País vasco pasaba a inundarse de ikurriñas en casas y ventanas, votar en masa PNV y desterrar "lo español"? Por la cuenta que tenía, era un seguro de vida.
Revista FUERZA NUEVA, nº 583, 11-Mar-1978
Sola y sin protección
IRÚN: LA CIUDAD VACÍA
No pretendemos con este informe extraer conclusiones personales de ningún tipo. Vamos, simplemente, a ofrecer una serie de datos inéditos que, deliberadamente, han sido callados por los medios de comunicación seguramente por el miedo a las posibles represalias contra ellos. Sabemos que la información no necesita de excesivos comentarios. Las conclusiones son obvias y terribles.
El imperio del terror
Desde algún tiempo vienen apareciendo en Irún una serie de listas, firmadas por los grupos terroristas separatistas, en las que se cita un grupo de nombres condenados a muerte, y que serán ejecutados caso de no abandonar la ciudad.
En algunos casos, la acción de las listas se refuerza mediante visitas personales tipo mafia. El sistema es siempre el mismo. Dos individuos vestidos con buzos de obrero se presentan en el domicilio del implicado, informando de la “inhabilitabilidad del inmueble”, y dejando su tarjeta como recordatorio: “Esta vez te has librado, pero…” Ante semejantes perspectivas, y sin ningún tipo de posibilidad de acudir a denunciar el caso a la justicia, mas amedrentada, si cabe, que los propios amenazados, como veremos más tarde, no queda otro remedio que el de abandonar la ciudad lo antes posible si se quiere seguir vivo, pues estos avisos, si no se cumplen, no quedan en simples advertencias. Ahí está el caso del concejal Julio Martínez y el sargento Díaz, asesinados bárbaramente por esta mafia del terror.
Y así, cada día, nuevas personas siguen abandonando Irún para proteger su integridad y la de sus familias. Y así Irún se está convirtiendo en la ciudad sin ley, en el reino del terror abierto, sin que nadie sea capaz de ponerle freno. Y así, estos profesionales del crimen siguen en la más absoluta impunidad, atemorizando a una población que antes vivía tranquila y confiada, dedicada a su trabajo y que ahora permanece bajo el imperio del pánico.
Los que faltan de Irún
Y si alguien piensa que todo esto es producto de nuestra imaginación, aquí están las listas, suprimiendo nombres para evitarles males mayores, de los que, en los últimos tiempos, se han visto obligados a abandonar su ciudad de residencia:
-El secretario municipal, que no ocupó su puesto en el último pleno donde se trató nada menos que de la aprobación de un presupuesto de diez millones de pesetas, para la escuela de enseñanza vasca;
-Los tres alcaldes anteriores de la ciudad;
-El anterior secretario, que hace tiempo que huyó, aunque ha vuelto a aparecer en la nueva lista:
-El interventor del Ayuntamiento, a quien incluso se le intentó asesinar por medio de dos elementos que, vestidos con buzos de trabajadores, se personaron en su domicilio;
-Tampoco residen en la ciudad, con motivo de haber aparecido en las listas, dos concejales: el primero, administrativo de profesión, y el segundo, propietario de un caserío dedicado a faenas agrícolas;
-Asimismo, han desaparecido de la ciudad un agente de seguros y un ex concejal, ambos miembros de la Guardia de Franco;
-El jefe de la Policía Municipal hace dos meses que falta de su puesto. Del mismo modo, el cabo de bomberos y un sereno están amenazados de muerte;
-A los dos días de verse amenazado, el juez se encuentra de permiso indefinido. Lo mismo sucede con el jefe de la Brigada Criminal;
-Tampoco se ha vuelto a ver a un taxista, ni a su vehículo, en la parada correspondiente, ni al inspector de autobuses, ni a un doctor ex concejal, ni…
A buen seguro, la lista será incompleta, pero, al menos, sirve para dar una idea bastante aproximada del clima de terror que se está viviendo en esta ciudad vasca.
Las promesas de UCD
En el mitin político de UCD, primero que se daba en toda la provincia de Guipúzcoa (y, a pesar de ello, un fracaso rotundo), se aseguró que el Gobierno (A. Suárez) podría emplear la firmeza si continuaban las amenazas personales. El mismo día, el Gobierno dejaba en libertad a personas implicadas con ETA en Pamplona, mientras que no ofrecía ninguna protección a quienes, mes tras mes, han de decir adiós a toda la zona fronteriza.
La ciudad vive sin juez; está de permiso. Las Fuerzas de Orden Público, con las manos atadas por la sujeción a las órdenes de este Gobierno concesionista y amedrentado; el ministro Martín Villa, afirmando que no se puede detener a los extrañados por evitar males peores. Y los ciudadanos de Irún, totalmente desamparados y en manos de los antojos de los etarras, teniendo que abandonar su ciudad, día a día.
Estos han sido simplemente unos datos para la reflexión. Cada cual, juzgando a su modo, llegará a unas conclusiones claras y evidentes. Si esto se sigue consintiendo en Irún, ¿qué ciudad vasca será la próxima? Si otros grupos terroristas de los que operan en España siguen el ejemplo, ¿quién podrá vivir tranquilo en esta nación?
En la actual situación, la respuesta es bastante oscura. Para poner freno a la actuación impune de estos profesionales del crimen se necesitaría una acción inmediata y rotunda que el actual Gobierno no está en condiciones de llevar a cabo.
José María IGLESIAS
Última edición por ALACRAN; 13/08/2024 a las 15:00
"... Los siglos de los argumentadores son los siglos de los sofistas, y los siglos de los sofistas son los siglos de las grandes decadencias.
Detrás de los sofistas vienen siempre los bárbaros, enviados por Dios para cortar con su espada el hilo del argumento." (Donoso Cortés)
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