CARLOS IV (1788-1808)
Siguieron en uso las banderas del modelo 1768, produciéndose tan solo las siguientes modificaciones:
8de marzo de 1793:
Se hace extensivo el uso de la bandera rojigualda a las "plazas marítimas, castillos y defensas de las costas".
1802: Fue un año que presentó varias novedades:
El 26 de Agosto se reduce el número de banderas por Batallón a tan solo 1, de manera que en adelante los Regimientos Ligeros y de Milicias, compuestos por tan solo un Batallón de fuerza, usarían solo su Coronela del modelo 1762, debiendo dejar fuera de servicio a la sencilla que hasta esa fecha habían utilizado junto a aquella.
Ese mismo año de 1802 Godoy reorganizó la artillería, de manera que cada uno de los 5 Batallones que hasta entonces habían formado el Real Cuerpo de Artillería, pasaba a convertirse en Regimiento independiente, si bien seguirían todos usando sus anteriores banderas, blanca la Coronela del 1º y sencillas azules todos los demás Batallones de todos los Regimientos.
El 15 de Julio de 1806, y a petición de todos los oficiales del Real Cuerpo de Artillería, se dispuso la sustitución de sus viejas banderas por otras nuevas, que serían: para el primer Batallón de cada Regimiento una Coronela azul celeste, con las armas del Rey y las de Godoy en su centro, y una bomba encendida en cada esquina, y otra sencilla blanca, con aspa roja y trofeos artilleros para los segundos Batallones.
En 1808 se produjo la caída en desgracia de Godoy, y las Coronelas con su escudo fueron reunidas y quemadas en Madrid, volviendo cada Regimiento a recibir sus banderas anteriores.
También en 1802 se creó el Real Cuerpo de Zapadores Minadores, cuyas banderas se dispuso que fuesen moradas con castillos y leones alternando en sus esquinas, Coronela para el primer Batallón y sencilla para el 2º, ambas con una cinta ondulante blanca cargada de un rótulo con el nombre del Regimiento.
La Guardia Real continuó con sus banderas de Carlos III, mientras que la caballería y los dragones continuaban con estandartes y guiones, ya casi siempre carmesíes, con las armas del Regimiento en una de sus caras y las Reales en la otra, siendo de destacar el Regimiento del Príncipe, que usaba estandartes azules, y el de Dragones del Rey, que aún utilizaba un guión Coronel blanco con las armas del Conde de Monterrey.
GUERRA DE LA INDEPENDENCIA (1808-1814)
A lo largo de la guerra (1808-1814), prácticamente todos los Regimientos se vieron forzados a renovar sus banderas, bien por haberlas perdido en combate, como debido a las sucesivas reformas a que fueron sometidos.
Estas nuevas banderas, en lo que respecta a los cuerpos regulares ya existentes antes de iniciarse la contienda, y dado que no se publicó ninguna nueva R.O., correspondían, en líneas generales, al modelo 1762. Pero cuando en 1812 se redujo la fuerza de todos ellos a tan solo 1 Batallón, con lo que deberían reducir sus banderas a tan solo la Coronela, se produjo la aparición de un nuevo modelo, no generalizado, en el que el escudo Real figura sobre el cruce del aspa roja de Borgoña, simbolizando tal vez la fusión en una sola de las anteriores Coronela y sencilla.
Este modelo coexistió con los anteriores, y sus variantes de confección y detalle son inmensas, destacando por su fácil identificación, el que he denominado "submodelo Cádiz", caracterizado por un recio galón rojo, que rodea al escudo central, y otro negro que bordea los brazos del aspa.
En cuanto a los nuevos Batallones y Regimientos creados durante la contienda, adoptaron banderas de diseños muy diversos, reutilizando incluso algunas viejas depositadas en iglesias, y aunque la mayoría usó banderas blancas, también las hubo negras, carmesíes y rojigualdas, así como que bastantes permanecieron por largos periodos sin bandera, dadas las especiales circunstancias del momento.
Como al comenzar guerra las tropas del intruso José Bonaparte llevaban banderas blancas, es posible que debido a ello empezase a popularizarse entre las tropas terrestres leales a Fernando VII la Bandera Bicolor, como la enarbolada durante el Sitio de Gerona, hoy conservada en el Museo del Ejército.
FERNANDO VII (1814-1833)
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Reorganizado el Ejército en 1815, recuperaron los Regimientos de Línea su fuerza de 3 Batallones, recibiendo nuevas banderas blancas, 1 por Batallón: Coronela la del 1º y sencillas las del 2º y 3º. Respecto a las Coronelas, aunque todas seguían midiendo aproximadamente. 1´45 x 1´45 m. y tenían el escudo Real en su centro y el del Regimiento en sus esquinas, ahora había desaparecido la unidad de diseño existente hasta entonces, y encontramos unas similares al modelo 1762, otras con leones, aspa y escudetes, otras con las armas Reales rodeadas de banderas y trofeos, otras con cintas con el nombre del Regimiento bordado, etc.
Destaca por su difusión un modelo lamentablemente no adoptado por todos, en el que el escudo Real figuraba sobre el cruce del aspa, y correctamente bordado en ambas caras, ya que hasta entonces el escudo siempre había aparecido invertido en el reverso.
La Guardia Real fue reorganizada, desapareciendo las Guardias Españolas y Walonas, que pasaban a convertirse en 1º y 2º de la Guardia, si bien sus banderas seguirían siendo las mismas: la Coronela del 1º morada con un castillo de oro bordado en su centro y sembrada de lises del mismo metal, y las sencillas blancas con el escudo real en su centro, entre dos grandes leones y sobre el cruce del aspa. El 2º usaba las antiguas banderas de las Walonas: Coronela blanca y sencillas azules, todas con el mismo diseño que las sencillas del 1º.
En 1820 fue creada la Milicia Nacional, señalándosele banderas moradas con el escudo cuartelado de Castilla y León en su centro y el de la localidad que daba nombre a cada Batallón en sus esquinas, pero ese mismo año se anuló dicho modelo por otro rojigualda con el lema CONSTITUCION sobre su franja central, y el nombre de la provincia y la localidad en las dos rojas.
En 1821 se redujo el número de estandartes y guiones de caballería y dragones a tan solo 1 por Regimiento.
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