Madrid / Lignières, 25 noviembre 2021, Santa Catalina de Alejandría, virgen y mártir. En lapágina de Don Sixto Enrique de Borbón en Facebook aparece el siguiente comentario acompañando al enlace a un artículo publicado este jueves.


El príncipe legionario que nunca aspiró al trono de España, pero no ha tenido más remedio que cumplir con sus deberes sucesorios

Sorprendentemente, o no, el periódico electrónico democratacristiano El Debate se ocupa hoy del paso de Don Sixto Enrique de Borbón por la Legión española. Tras leerlo con detenimiento se nota, en primer lugar, que el contenido es bastante más serio que los titulares («El Príncipe carlista que se cambió de nombre para aspirar al trono de España» etc.), sensacionalistas y errados. Y que se han colado erratas que cambian el sentido de alguna frase.



A esos titulares respondemos con los propuestos aquí arriba. El propio artículo desmiente claramente al periódico: Don Sixto Enrique se alistó a la Legión tanto porque le atraía como por apoyar a su padre, el Rey Don Javier I, y a su hermano mayor, el entonces Príncipe Carlos Hugo. Es decir, nada había para él en una posible restauración de la Monarquía. El Duque de Aranjuez se alistó bajo nombre supuesto, naturalmente. Como tantos otros en la Legión.


Firma el artículo el Profesor Luis Eugenio Togores Sánchez, especialista en historia militar y en la legionaria en particular. No demos importancia al error (tan extendido, incluso en medios carlistas) de escribir «Borbón-Parma» con guión, en vez de Borbón Parma. Ni a la en general inexacta información dinástica que proporciona de pasada. (No se puede escribir seriamente «Los vínculos de los Borbón-Parma con España eran muy tenues», entre otras cosas). Ni entremos en polémica sobre el número de tercios y de requetés que participaron en la Cruzada de Liberación.


El breve relato del servicio en la legión del Duque de Aranjuez (Caballero Legionario Enrique Aranjuez) es sustancialmente correcto. Es erróneo, en cambio, lo que se dice sobre una supuesta concesión de la nacionalidad española. (Don Sixto Enrique, por otra parte, como Infante de España, era español de nacimiento, independientemente de lo que constara o no para el Estado).


El Caballero Legionario Enrique Aranjuez, como el artículo correctamente señala, nunca quiso abandonar la Legión. Le obligó a ello, violando el fuero legionario, una conspiración franco-juanista. Su vocación de servicio a España ha permanecido intacta.


A pesar de las inexactitudes, gracias al Profesor Togores por el recuerdo.



Agencia FARO