A mí me parece que esto no es más que saciar la reacción al régimen con fidelidad al mismo. O lo que es lo mismo, quejarse de los efectos pero sin tocar un ápice las causas.

En primer lugar, la defensa de la familia no es, en sí mismo, una defensa de la fe, sino una defensa del Derecho Natural y del más elemental sentido común. Otra cosa es el Sacramento del Matrimonio, pero eso se omite y, por tanto, la concentración es política, y de la mala.

En segundo lugar, eso de "Celebración Eucarística" es lo primero que hay que arreglar. ¿Cómo se pretende atraer a Cristo, cuando el propio Sacrificio propiciatorio de Cristo es ninguneado? Primero hay que actuar en el campo que cada uno tiene más próximo, y el del Cardenal Arzobispo está más cerca en Entrevías y las comuniones sacrílegas de Galalrdón y Aguirre que en la defensa política del Derecho Natural.

Por todo lo anterior estas maniobras son, en mi humilde opinión, jugar al despiste, evitar el genuino y legítimo movimiento de reacción. Vamos, que cualquier servicio de "contra" organizaría una cosa como la de Rouco para ahogar toda resistencia.