Preciosa crónica. El detalle de la ranita salvada, es una ternura. Y la experiencia... estas cosas engrandecen al hombre al tener que poner en práctica el esfuerzo, el sacrificio por el compañero, el afán de superación, el apreciar el valor de las cosas pequeñas, etc. Enhorabuena porque la inmensidad de la naturaleza nos hace ver nuestra pequeñez, es una cura de humildad y un canto a Dios.
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