Comentar las medidas del nefasto Zeta Paro es algo superfluo. Todos estamos ya informados de la que se nos viene encima y todos podemos leer en la Prensa o escuchar en las cadenas de televisión como se las preparan al cataclismo que es este individuo.

Pero todavía no he visto que nadie apunte en la dirección correcta. El P$OE es culpable directo de que tengamos que padecer esta hecatombe política, social y económica. Ellos lo eligieron en sus congresos internos, ellos deben pues pagar los platos rotos. Pero en dos legislaturas nunca, nun-ca obtuvieron mayoría absoluta y, por ello, han provocado esta catástrofe con el concurso, con el apoyo y el aplauso de los nacionalistas de ERC, CIU, PNV, CG, ICV, así como de Izquierda Unida. Por supuesto, hay otros dos culpables directos: CCOO y UGT que han estado sosteniendo con toda la desvergüenza a esta banda instalada en el Poder en contra de los trabajadores y a cambio de las treinta monedas de turno, las correspondientes a repartos económicos desmesurados, que resultan difícilmente concebibles cuando a la Iglesia Católica se le ha quitado toda ayuda pública.

La Iglesia lleva a cabo una labor social que el gobierno es incapaz de realizar y cuyo coste se cifra en miles de millones de euros. Pero, los sindicatos, verdaderos parásitos sociales clientelistas, para lo único que sirven es para sostener esta mamandurria y contener la ira del trabajador. Así pues, ya está bien de subvenciones que tienen todo el aspecto de inconstitucionalidad, que esos sindicatos se sostengan con las cuotas de sus afiliados, y, ¡ya! la devolución de todo el patrimonio inmobiliario que están usurpando.

Pero hay más responsables y por ello culpables de la situación: una oposición representada por un Partido Popular anidado de pequeños corruptos, enzarzado en sus luchas intestinas y despreocupado de sus votantes que ha tolerado mansamente todo lo que ha venido sucediendo en España durante los últimos seis años, años en los que ni se han despeinado.

Responsables y culpables son también muchos chafarderos que viven de su pluma y caletre, y que han estado animando, aplaudiendo y mirando con buenos ojos este hundimiento de España. Por tanto, parte de la Prensa también tiene su parte alícuota en todo esto.

Naturalmente, la misma infraestructura del Estado con 17 CCAA es un disparate en términos desde sus mismos comienzos. Esto es una barbaridad se mire por dónde se mire y ya se sabe que "los experimentos con gaseosa". Evidentemente no se trata de apoyar un centralismo a la francesa, pero sí es posible un sistema mucho más racional, mucho más lógico y coherente.

Con esta exposición no se agota la enumeración de responsables y culpables, hay muchos otros, como por ejemplo el que este menesteroso tenga diez millones de votantes, o lo que es lo mismo, diez millones de imbéciles, ignorantes y zafios, rencorosos y descerebrados, diez millones de pesebristas, diez millones a quienes España les importa una mierda.

Y ahora nos piden un enorme esfuerzo a todos, un esfuerzo para levantar este desastre y así pagar no sólo la deuda exterior, sino también los intereses de la misma: 800.000.000.000 de euros. ¡ Pues que paguen ellos, que paguen los responsables y los culpables!