Cita Iniciado por Alejandro Farnesio Ver mensaje
Bueno, abro este post porque no he visto ninguno dedicado al tema griego. Al parecer, los griegos, muy demócratas ellos, han decidido por mayoría no hacer frente al pago de la deuda. Lo que más me ha llamado la atención de las votaciones ha sido el porcentaje de votos al NO por franja de edad:

18-24: 85%
55-65: 44%

No recuerdo bien los porcentajes de voto de las demás franjas de edad, pero eran bastante iguales entre sí. Lo que más me llamó la atención ha sido precisamente esto. Luego conocemos algunos datos que son increíbles y que realmente son para meter a los que han llevado a Grecia a esta situación en la cárcel.

- Dedicar el 2.5% del PIB a Defensa, siendo el segundo presupuesto de la OTAN por detrás de EEUU.
- Hospitales con 45 jardineros en nómima para regar unas cuantas macetas.
- Sueldo medio del funcionariado de 70.000 euros.
- El 2% de una pequeña isla del 39.000 habitantes, Zakynthos, se declaró ciego para poder cobrar una pensión de invalidez de 400 euros mensuales.
- Algunos organismos públicos contaban con 50 chóferes por coche.
- Uno de cada cuatro trabajadores no pagaban impuestos antes de la crisis.
- El presupuesto del metro de Atenas era de 500 millones de euros, cuando solo ingresaba 90.
- Las hijas solteras de funcionarios fallecidos gozaban de una pensión vitalicia de 1000 euros al mes.
Esto son las consecuencias de lo que ha habido hasta ahora: un puro disparate y corrupción por todas partes. Pero tampoco parece haber una solución en la alternativa porque el problema está en ellos mismos. Si aplicamos por analogía aquello de ¿Quién peca más, el que peca por la paga o el que peca por pagar? podríamos estar ante una vista de lo que sucede en Grecia. El FMI y el BCE, más "La Troika" funcionan y han funcionado como hacen todos los capitalistas, pero los sucesivos gobiernos griegos se han portado como los típicos clientes de Banco que todo son promesas, sonrisas, apretones de manos, ¡qué guais sois! a la hora de firmar créditos, ya hipotecarios, ya al consumo, pero que cuando hay que pagar las tornas son las contrarias.

Yo no soy economista y no entiendo de Economía, ciencia endiablada que sirve para sumar cuatro cuando no hay más dos, pero el sentido común -ese que hay gente buscando por algún sitio y no lo encuentran-, me advierte que no debo pedir, que no debo comprometerme más allá de hasta donde puedo devolver realmente. Al menos si quiero dormir tranquilo, si quiero disfrutar de las pequeñas cosas de cada día. Pero si tengo ambiciones de parecer o de ser, ni lo que no soy, ni lo que no parezco, mal me van a ir las cosas.

Cuando leo la Prensa, o cuando escucho a los contertulios en los debates televisados, me quedo a cuadros, pero cuando te sientas a la mesa con compañeros de trabajo y entre ellos hay algún activista militante de PODEMOS, como ha sido el caso hace ocho días, flipas con lo que dicen. Y lo peor es que cuando les hablas de cuestiones normales, y no me refiero a los topicazos de los liberaloides, te miran como si fueras un bicho raro. Por ejemplo, cuando nos soltó el discursito de los ricos y pobres, yo repliqué preguntando a qué llamaba unos y otros. Cuando habló de capitalistas los comparó con los desahuciados de los pisos, pero cuando yo le repliqué que para mi la mayoría de la gente de los países occidentales son ricos -incluido él-, por tener casa, sanidad, coche, comer tres, cuatro, cinco veces al día, por tener que pasar hambre para estar guapitos, por disponer de aparato de televisión, de ordenador, i-pad, tablet, móvil, vacaciones pagadas, grandes almacenes y boutiques, cines, trenes de alta velocidad, aviones, etc., etc., etc., y que, por contra, hay cientos de millones de seres humanos que no tienen nada, ¡absolutamente nada! de todo eso, y ni esperanza de tenerlo ni a medio ni largo plazo, me miró como si yo fuese un marciano.

No cabe duda de que cada vez hay gente más rica y cada vez gente más pobre, pero el problema de los griegos es que no les da la gana de apretarse el cinturón tres o cuatro agujeros, y frente a una sucesión de gobiernos corruptos, ahora les ha llegado uno de demagogos. Y ninguno tiene la llave del problema.