Los rumanos Mota y Marin precisamente son unos de los pocos a los que se hace un homenaje puntualmente todos los años.
Pero sí que es verdad que a la mayoría se les ha dejado caer en el olvido. Durante muchos años este tipo de actos conmemorativos han tenido mala prensa y el que los organizaba era tildado de nostálgico, anclado en el pasado, etc.
La izquierda, que como casi siempre es más sabia, homenajea a los suyos a bombo y platillo y sin ningún tipo de complejo.
Marcadores