¡Je,je,je! y eso que acabas de entrar en la enseñanza pública, ya verás, ¡ya! cuando lleves 20 años. Lo que cuentas es lo común, lo habitual y un sinfin más de incongruencias, allí en Sevilla y aquí en Madrid.

Hoy al cabo de la vida, es decir, después de haber doblado la esperanza vital que se me supone, si pudiera dar marcha atrás me largaría. Lo cierto es que tuve la oportunidad y no lo hice en su momento, por varios motivos pero lo cierto es que aquí me quedé y hay muchos momentos en los que me arrepiento de no haber hecho las maletas en su día.