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"Tras restablecer la autoridad medicea sobre la ciudad, comprometida con el Papa
Clemente VII en virtud del tratado de Barcelona (29.VI.1528), la fracción no licen -
ciada del ejército sitiador invernó en Umbria para marchar la primavera siguiente
hacia Módena. Este fue el primer contingente militar español que recibió el nombre
de «Tercio», formándose en Asis, la patria de San Francisco, el 1 de mayo de 1531,
con 10 compañías, cuyo mando recayó en el citado maestre de campo Vélez de Gue-
vara. Sin embargo, el 13 de junio, tras reunirse en Imola con las tropas que venían
de restituir los castillos de Milan y Como a Francisco II Sforza, duque de Milán, se
produjo la primera reorganización del mismo, quedando sobre el pie de 24 compa -
ñías de 300 infantes cada una y bajo el mando de Rodrigo Machicao, dado que Ve -
lez de Guevara hubo de partir a Viena, llamado urgentemente por el Emperador. El
tercio se alojó sucesivamente en los ducados de Mantua,Módena y Milán hasta que,
a primeros de julio de 1532, ordenó el César su marcha a Viena, nuevamente ame -
nazada por los turcos. Partió de Casalmaggiore el 10 de julio, llegando por via terres-
tre a Hall, cerca de Innsburck, el 17 de agosto. Allí se embarcaron el 19 en el rio Inn,
por el que bajaron hasta Braunau, donde hubieron de aguardar el bagaje hasta el
29 de agosto. En Passau tomaron el Danubio, desembarcando en Krems el 3 de se -
tiembre. Los turcos, detenidos casi un mes ante la heróica defensa de Güns (hoy
Köszeg, Guinz en nuestros textos), se hallaban entonces en Mariazell (90 Km. al SO.
de Viena), con la moral debilitada. Con todo, progresaron hacia el N. por el valle del
Salza mientras que el ejército imperial bajaba a su encuentro por el de Wachau, am-
bos encabezados por los dos monarcas más poderosos de su tiempo: Carlos V, em -
perador del S.R.I, y Solimán II el Magnífico,sultán del Imperio otomano. Sin embar-
go, la esperada batalla no se produjo. Solimán, informado por sus batidores de la
fuerza a la que debía enfrentarse, aunque numéricamente inferior a la suya,
«creyó
mejor consejo no solo el no proseguir adelante, sino el retirarse»
(Muratori, 1827).
Así pues, la primera victoria de los tercios se produjo sin combatir, aunque antes hu-
bieron de llegar, cubriendo más de mil kilómetros, y hacerse ver para impresionar.
En suma, casi una reedición del cesáreo
“veni, vide, vinci”, en la que nuestro Sar -
miento fue protagonista."


Como siempre pongo lo que me parece más destacable, supongo que otros encontraréis puntualizaciones, o detalles, que os parezcan más interesantes. No dudéis compartirlo, gracias.