He conocido algún caso parecido en Navarra, donde antiguos requetés acabaron (junto con sus hijos) en el separatismo a golpe de multa de la guardia civil por hablar euskera.
Amb noranta-set anys ha mort un altre requeté integrant de les files del terç de la Mare de Déu de Montserrat.
Com a curiositat, poso un enllaç a un article que vaig llegir al diari EL PUNT fa cosa de un parell de dies. Dins de la notícia de la defunció de Feliu Matamala, es parla de la seva vida i particularment de la seva evolució: de lluïtador carlista a tenaç activista per l'independencia de Catalunya.
Un aspecte que sembla ser decisiu en la seva evolució desde les files que van lluitar per la Espanya nacional cap a l'independentisme, va ser la seva preocupació per la salut de la llengua catalana.
El Punt - Notícia: El català perd un defensor tenaç-107698
He conocido algún caso parecido en Navarra, donde antiguos requetés acabaron (junto con sus hijos) en el separatismo a golpe de multa de la guardia civil por hablar euskera.
Última edición por Donoso; 26/11/2009 a las 14:45
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
Última edición por Reke_Ride; 26/11/2009 a las 21:18
"De ciertas empresas podría decirse que es mejor emprenderlas que rechazarlas, aunque el fin se anuncie sombrío"
Lo que hay que entender es que la destrucción de la Iglesia catolica arrastra con ella la destrucción hispánica.
Arrancada la Santa Religión de los hombres estos buscan dioses falsos que lo sustituyan, y la lengua por muy noble que sea se puede convertir en un falso Dios en ausencia de este.
Esto le ha pasado a ese buen hombre y tantos otros. Cuando se rompem los puntos de referencia se buscan otros. Se sustituye a Dios por un dios falso y la liturgia religiosa por una nueva y la lengua, o la "causa", en ese caso la independentista cubren bien esos aspectos. Otros sustituyen la Patria en los campos de futbol con sus desfiles de banderas, con sus himnos y su liturgia.
"El nombre de España, que hoy abusivamente aplicamos al reino unido de Castilla, Aragón y Navarra, es un nombre de región, un nombre geografico, y Portugal es y será tierra española, aunque permanezca independiente por edades infinitas; es más, aunque Dios la desgaje del territorio peninsular, y la haga andar errante, como a Délos, en medio de las olas. No es posible romper los lazos de la historia y de la raza, no vuelven atrás los hechos ni se altera el curso de la civilización por divisiones políticas (siquiera eternamente), ni por voluntades humanas.
Todavía en este siglo ha dicho Almeida-Garret, el poeta portugués por excelencia."Españoles somos y de españoles nos debemos preciar cuantos habitamos la península ibérica" .España y Portugal es tan absurdo como si dijéramos España y Catalunya. A tal extremo nos han traído los que llaman lengua española al castellano e incurren en otras aberraciones por el estilo."
Marcelino Menéndez Pelayo.
Bueno, me falta quizás algo de conocimiento de historia, etc...
Pero pienso que la evolución de ese requeté, que acabó pasando a engrosar las filas del independentismo, es una prueba del fracaso de la política de Franco. Aunque después del tiempo lo relativizara y lo asumiera incluso como "error de juventud", ese hombre luchó activamente por una causa llegando incluso a cruzar la frontera a Francia para volver a España por otro punto controlado por los nacionales con tal de engrosar las filas de los que lucharon contra la antiespaña.
Cuando una persona así acaba por sumarse a las filas de los que se revelan, es que algo está fallando. Sobre todo cuando se sabe que el suyo no ha sido un caso aislado.
Conciliando catalanidad e hispanidad, defendiendo la identidad de cada una de las naciones y culturas que conforman nuestro gran pais y creando la consciencia de que defendiendo Catalunya se defiende España y también al revés, se hubiera logrado evitar la situación de separatismos que a dia de hoy vivimos. Ese es para mi uno de los puntos interesantes que de momento me parece ver en este foro: contrario al centralismo uniformador.
Y puede que así el 11 de setiembre de 1714 no se vería en Cataluña como una lucha por la autodeterminación, sino como un alucha por otra idea de España tal y como realmente fue. Quizás la de una España preborbónica y más cercana a la idea original de nuestra patria?
http://www.11setembre1714.org/
Exactamente lo mismo les sucedió a muchos tras la guerra de 1872-1876 que se volvió a perder contra el Liberalismo. ¿Hemos de recordar al propio Sabino Arana y demás?...la desesperanza suele hacer mella en los corazones débiles.
"De ciertas empresas podría decirse que es mejor emprenderlas que rechazarlas, aunque el fin se anuncie sombrío"
Sí y no...Quiero decir, tampoco exageremos, es como si Fulanito se hace mariconsón porque las tías que ha conocido no le han dado palique.
Aquí no se defienden "cada una de las naciones que conforman España", porque la única nación que conforma España es España, no caigas en el error de creer que España es una nación de naciones, porque no lo es. No obstante lo que sí se defiende férreamente son: la identidad, lenguas y costumbres de los distintos territorios frente a cualquier tipo de centralismo extranjerizante.
Respecto a la consideración que haces sobre la aparición del separatismo y de los nacionalismos hasta el día de hoy, como reacción contra el centralismo Borbónico extranjerizante, pues yo antes también lo creía así, pero con el tiempo me he ido dando cuenta de que ese no es el caso.
Veras, el separatismo no es una "reacción" a nada, pues de haberlo sido hubiese aparecido en cuanto a la llegada de los Bobones, no un par de siglos más tarde como de hecho acabo ocurriendo. Dicho esto, te estarás preguntando: ¿a qué se debe pues el separatismo, sino a una reacción contra el centralismo?
Pues se debe, al igual que con el centralismo, a la llegada de ideas intrínsicamente extranjeras, en este caso provenientes no de Francia sino de Centroeuropa, pero no por ello menos extranjeras y menos detestables. Me estoy refiriendo, como no, a la penetración en España de las falsedades del romanticismo decimonónico.
El francés es la lengua de nuestro enemigo cristiano y tienes que aprenderlo, el latín y el griego son las lenguas de Dios y nos habla en ellas a través de su Santa Iglesia, con el Turco solo hablamos con la espada, y ese idioma ya lo estas aprendiendo.
Luís de Quijada a Jeromin
Estoy de acuerdo en eso de "las falsedades del romanticismo decimonónico", ahora bien, para ser honesto debo confesar que yo pienso como Madera en este asunto. Para mí, sí hay varias naciones españolas dentro de una Patria común, porque todo depende de lo que se entienda por "nación". Pero como esta posición ideológica no es la defendida por el Foro en general y por respeto al mismo, no discuto sobre el tema ya que, además, estás discusiones no traen nada bueno. Lo importante para mí es la unidad fraternal de todos los españoles, sea cual fuere la opinión que se tenga sobre la cuestión "nacional".
Vale, Ordóñez tiene razón, habrá mas causas aparte de la desesperanza. Pero para mi, personalmente, creo que es la única. ¿Qué lleva si no a un requeté que luchó por el cuatrilema a pasar con el tiempo a engrosar las listas del separatismo? ¿Sólo porque le tocaran los redaños prohibiéndole usar su lengua materna? ¿Por qué esa confusión sempieterna de los gobernantes de turno, que según modas de la época actuan o no como caciques, con la patria?...como España me jode, me hago separatista: ESPAÑA NO TE JODE, quien te jode es el gobernante de turno con sus leyes, llevando al clímax la famosa frase del rey sol "el Estado soy yo".
Que recuerde a la España primigenia, la España mártir de San Vicente, la España de las Navas, la de Isabel y Fernando.
Se hacen separatistas porque son débiles de corazón y porque carecen de esperanza. Como bien has dicho estimado Ordóñez, es como si alguien se hiciese homosexual por el hecho de no ligar: ya ligará, siempre hay esperanza y nunca se arroja la toalla. Y si no liga en toda su vida, pues la vida es mucho mas que ligar y puedes vivirla de otro modo, pero nunca, nunca te harás homosexual porque sabes que va contra la ley natural (al menos el deseo y el ejercicio de la misma).
Me he rayado, pero es lo que pienso.
PD. No hay tampoco que darle muchas vueltas...la gente se hace separatista porque la vida es cíclica y las modas hacen mella en los individuos inestables, desarraigados y con poca personalidad y valores. De ahí se explica que puedan pertenecer al PNV, ETA o Batasuna, tipos que se apellidan Gorka Pérez Villalobos naturales de Bermeo, cuyos padres son de Zamora.
"De ciertas empresas podría decirse que es mejor emprenderlas que rechazarlas, aunque el fin se anuncie sombrío"
Estimado Antonio creo que no es necesario omitir la discusión, de hecho a mi me gustaría que la misma pudiera seguir adelante, más que nada porque podría servir para aclarar ciertos conceptos básicos, que quizá sean muy clarividentes para algunos, pero que sin embargo para muchos otros no lo son, muy a pesar de que debieran serlo.
Referente a su postura respecto de este tema, si usted acepta que los nacionalismos son producto de la invasión de las falsedades del romanticismo decimonónico, está afirmando que conoce el origen extranjero de los mismos, y si aun así los subscribe, está afirmando que está de acuerdo con estas “ideas” - que yo llamo falsedades - a pesar de que son de origen extranjero y por ello extranjerizantes. ¿No es así?
Dicho esto, me gustaría que expresara lo que usted entiende por nación y que citara los elementos que considera necesarios para que un territorio pueda ser considerado como tal.
El francés es la lengua de nuestro enemigo cristiano y tienes que aprenderlo, el latín y el griego son las lenguas de Dios y nos habla en ellas a través de su Santa Iglesia, con el Turco solo hablamos con la espada, y ese idioma ya lo estas aprendiendo.
Luís de Quijada a Jeromin
Bueno, ya que tienes la gentileza de invitarme a expresar mi opinión al respecto, lo haré con la prudencia y respeto oportunos, aunque será otro día, pues quiero preparar bien los argumentos. En cualquier caso quiero adelantar que el creer en las naciones españolas no implica, al menos en mi caso, defender el nacionalismo de las mismas porque una cosa es ser nacional y otra ser nacionalista. El nacionalismo disgrega a través de la exaltación idólatra de la nación (y esa es la idea modernista decimonónica que no comparto en absoluto) mientras que el sentimiento nacional es meramente una conciencia de pertenencia a una comunidad peculiar sin exaltaciones de ningún tipo, conciencia que, en el caso de España, no solo no debe implicar una disgregación, sino que por el contrario lleva aparejada la idea de pertenencia a una comunidad mayor que es la Gran Patria Común, la cual a su vez pertenece a una entidad superior: El Sacro Imperio de la "Edad Espléndida", o sea la Cristiandad.
Para terminar me parece que las presuntras "diferencias" que pudiéramos tener van a ser casi únicamente semánticas y etimológicas pero no de fondo. Creo que es una cuestión de interpretaciones y conceptos. En fin sea como fuere una cosa tengo por firme -como ya dije en anterior post- LA UNIDAD FRATERNAL como norte y destino.
Un saludo.
El tema de este hilo se ha desviado bastante derivando hacia otro campo. Por esta razón no me parece oportuno seguir debatiendo aquí sobre el concepto de "nación".
Por otra parte, es este un tema muy, pero que muy delicado porque toca fibras muy íntimas ya que muchos tienen al respecto ideas preconcebidas a las que se aferran como si fueran dogmas teológicos. Ya he tenido expriencias muy desagradables en otros foros que han acabado como "el rosario de la aurora" cuando se ha discutido sobre este asunto.
Hispanismo es para mí un foro muy serio y uno de los más respetables que conozco y no quiero ser yo el que inicie o mantenga una polémica que pueda perturbar su buena marcha y la cordial fraternidad que se nota, en líneas generales, entre los principales intervinientes. Ruego que no se tome esto como una actitud escapista. Nunca ha sido mi postura huir de los problemas o no enfrentarme a ellos, pero sí mantengo la actitud de no crearlos ni menos fomentarlos.
En virtud de todo ello, cierro mi intervención aquí y voy a publicar un nuevo post en forma de "anuncio" en relación con este tema.
Saludos muy cordiales.
@Der
Me parece muy acertado lo que dices de "la penetración en España de las falsedades del romanticismo decimonónico", cuando lo he leido en seguida me ha venido a la cabeza todo aquello de la Renaixença.
Por otro lado la polémica de Cataluña como nación, quizás tenga más de lingüístico que cualquier otra cosa.
Pero quiero defenderme diciendo que al referirme a Cataluña como nación, me refería básicamente a ese sentido que le da Enric Prat de la Riba en la cita que se ha puesto en el post adherido un poco más arriba titulado "CATALANITAT ÉS HISPANITAT":
"...Així, el nacionalisme català, que mai ha estat separatista, que sempre ha sentit la unió fraternal de les nacionalitats ibériques dins de l'organització federativa..."
"...és hora de treballar per reunir a tots el pobles ibérics, desde Lisboa a Ródano, dins d'un sol Estat, d'un sol Imperi, i així les nacionalitats espanyoles renaixents sabran fer trionfar aquest ideal..."
Enric Prat de la Riba. La Nacionalitat Catalana, 1906.
un sentido que para nada pretende ser separatista.
El separatismo catalán no tiene tradición alguna y es de bastante reciente invención. Ni a Prat de la Riba ni a muchos otros eminentes intelectuales catalanes se les pasaba por la cabeza no sentirse parte de España. Entiendo y comparto lo que dices, amigo Madera.
En el carlismo siempre ha habido una cierta tendencia a fraccionar el ideario, dependiendo de las circunstancias políticas. Las propias jerarquías de la Comunión en cierto modo lo han hecho dependiendo del aludido momento político, poniendo en cosas un mayor acento en Dios, la Patria, los Fueros o el Rey. En el caso del pueblo carlista con más razón, donde cada persona tiene unos impulsos, un temperamento o un razonamiento distinto... o mejor dicho la falta de un recto razonamiento que puede acabar confundiendo, pues no todo el mundo es inteligente y desde luego nadie es perfecto, poniendo el acento en los circunstancial, hasta exaltarlo exclusivamente dando lugar al rechazo de otras partes del ideario. Sin embargo fenómenos como el aludido en el ejemplo reciente no son más que anécdotas marginales.
Sr. Antonio me hago a una idea del tipo de foros a los que hace referencia, le diré que hace no mucho mismo yo los solía frecuentar, y he de decir que la notoriedad de los mismos ha sido ganada a pulso; entre otras cosas por la escasa seriedad y absurdidad del discurso que se traen y también por el abundante tiempo que ocupan las discusiones bizantinas en los mismos, yo diría que prácticamente todo el tiempo.
Dicho esto mi intención no era desencadenar una discusión bizantina, no pretendía que nos pusiéramos a debatir sobre si España es una nación o no, ni si Catalunya, Galicia o cualquier otra comunidad son naciones o no, creo que está bastante claro que no lo son.
No obstante de lo que no todo el mundo se percata, y por eso creo conveniente señalarlo, es que la idea de una nación catalana, gallega o vasca surge a raíz de la llegada a estas tierras de ideas extrañas, provenientes de Centroeuropa. Recuerdo que no es posible la existencia del separatismo sin la previa existencia de una nación o de una presunta nación o presuntas naciones como es el caso que nos concierna, y aquí es donde se haya el problema.
Pues resulta que todos los que hasta ahora han defendido la existencia de las presuntas “naciones” vasca, gallega y catalana lo han hecho ciñéndose a la definición – idea - romántica de nación, en definitiva apoyándose en conceptos que son tan extraños a esta tierra como el liberalismo ó el socialismo y por ello dignos de nula consideración.
Recibe un cordial saludo.
Enric Prat de la Ribay no era separatista, era un hombre de buena fe, pero algo miope, debido a la influencia del romanticismo. Y lo de miope no lo digo en modo despectivo, pues otros ni siquiera llegaron a ver, no obstante su buena fe no excusa que nosotros no tratemos de mejorar y de corregir la miopía que el romanticismo les causo a gente como a el y a otros como Vicente Risco.
Saludos!
El francés es la lengua de nuestro enemigo cristiano y tienes que aprenderlo, el latín y el griego son las lenguas de Dios y nos habla en ellas a través de su Santa Iglesia, con el Turco solo hablamos con la espada, y ese idioma ya lo estas aprendiendo.
Luís de Quijada a Jeromin
En relación con lo que he señalado la Comunión Tradicionalista tiene este interesantísimo manifiesto con ocasión del acto nacional del Cerro de los Ángeles 2003 en que señala la necesidad del carácter íntegro y unitario del ideario carlista frente a particularismos que acaban en desviaciones, como el caso que comentamos. El manifiesto es el siguiente:
CARLISMO Y UNIDADEl lema que hemos elegido este año para la celebración del acto nacional que la Comunión Tradicionalista celebra, organizado por los círculos carlistas –el de San Mateo a la cabeza– con motivo de la festividad litúrgica de Cristo Rey, en el Cerro de los Ángeles, símbolo de las promesas del Reinado Social de Nuestro Señor Jesucristo, tiene un significado más hondo del que la primera lectura pudiera indicar.
Carlismo y unidad evoca, sí, la conveniencia de reagrupamiento de las fuerzas –por más que hoy estén menguadas respecto de las de otros momentos– que se tienen por carlistas. Pero no es el mensaje más importante. Esa unidad, para tener valor, debe venir precedida de no pocos esclarecimientos y seguida de no menos rigor.
Lo que, en un primer momento, quiere significar el lema es la necesidad de recuperación del carácter unitario, íntegro, del Carlismo como fenómeno histórico y político. La fragmentación que acompañó a la crisis de la Cristiandad no ha dejado de producir frutos de escisión, unilateralidad, parcialidad. El Carlismo, como custodio del espíritu de Cruzada de la vieja Cristiandad prolongada en las Españas, es una bandera dinástica, una continuidad histórica y una doctrina cabalmente tradicionalista. La bandera dinástica es el legitimismo, del que el Carlismo no puede abjurar y del que tampoco puede prescindir sin dejar de ser Carlismo. La continuidad histórica es la de las Españas como Cristiandad menor: sin el Carlismo el ser histórico de España habría perecido por la Revolución liberal, de modo que la supervivencia de un modo de ser, el de los pueblos hispánicos, ha sido preservado por el Carlismo. Y la doctrina tradicionalista no es una ideología, esto es, no es una pura asunción arbitraria e infundada ajena a la naturaleza de las cosas: es una doctrina que busca dar razón de las cosas.
Cuando los elementos anteriores, forjados esforzadamente hasta componer una realidad indestructible, se escinden o se toman separadamente, el Carlismo como unidad desaparece. Eso pasa cuando se olvida el legitimismo, cuando se deja de lado la vinculación con la continuidad histórica hispánica o cuando se cede en algún punto del ideario tradicionalista, aunque fuere a título de "hipótesis", para aceptar las tácticas o los principios de la ideología, esto es de la Revolución: sea ésta liberal, conservadora, socialista o fascista. Esto es lo que acontece en buena parte de las fuerzas que se dicen hoy carlistas. Que han caído, por poner variados ejemplos, en el agnosticismo dinástico, la fragmentación del ideario (la absolutivización y desnaturalización del foralismo, o el delirio socialista autogestionario, entre otras) y la táctica democristiana de los "católicos en la vida pública".
Así pues, por el contrario, la proclamación de un Abanderado, el tejido de una hermandad cada vez más estrecha con todos los pueblos de la Hispanidad y el cultivo de un tradicionalismo purísimo (que toca a todas las esferas de la vida, a comenzar con la consideración de la crisis contemporánea de la Iglesia, y la venerable tradición litúrgica, hasta llegar a los menores detalles de la constitución política y social), militan en la mejor y más eficaz edificación del Carlismo.
Todavía, en un segundo lugar, cabe encontrar en el lema Carlismo y unidad una lección de esperanza. El Carlismo, en cuanto crisol de la tradición política hispánica, si es fiel a sí mismo se convierte en instrumento (por modesto e imperfecto que se quiera) del Reinado Social de Nuestro Señor Jesucristo. De ahí que haya de ser, como su Divino y Único Maestro, "signo de contradicción". Y que, en cuanto la coyuntura lo permita, concite en su torno los anhelos políticos de los católicos, tanto como el rechazo de los revolucionarios. En tal sentido, la perseverancia en la lealtad de la Causa lo es en el servicio de Dios. Y no admite desmayos o cesiones. Un servicio, además, alejado de las tácticas humanas, y ajeno a cualquier cálculo o ventaja, sino por los medios que Dios quiere. He ahí un camino para nuestra perfección personal y para el bien de nuestros pueblos.
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