Re: Unidos por el odio
Mientras aliente un sólo español, mientras quede un patriota en pie, habrá esperanza y España seguirá viva. Español de semilla, español de reservorio, español en un cuartel de invierno perdido en alguna montaña, guerrillero hasta la muerte "Por Dios y por España", hará que ninguno de estos mierdas puedan dormir tranquilos, ni disfrutar de su asqueroso botín, ni sentirse satisfechos de su estéril felonía.
España es obra católica por ser parte esencial de la Iglesia, "sobre esta piedra edificaré yo mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella." (Mt 16,18) luego no podrán contra España. Mucho ha sufrido en los siglos de su Historia, ¿dónde están las calaveras de sus enemigos? y que nadie olvide esta máxima tan querida para toda la "lumpería", que adopté hace tiempo, he repetido en ocasiones y que no pierdo oportunidad de remarcarla y hasta escupírsela en la jeta cuando llega la ocasión: ¡ya dará la vuelta la tortilla! que nadie lo dude, porque la dará, sólo es cuestión de tiempo.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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