La Cataluña patriota: Los paisanos del Vallés contra Napoleón
Al llegar los franceses al Vallés en marzo de 1809, era tal la superioridad de las fuerzas invasoras que los mismos generales franceses creyeron llegada la hora de la rendición total de la comarca, sobre todo teniendo en cuenta las amenazas de lo que pasaría si no lo hacían. Por eso, las avanzadas enemigas que se encontraban cerca de Canovelles, aprovechando tal vez que era Viernes Santo, enarbolaron la bandera blanca para parlamentar. Los vallesanos correspondieron, y entonces se avanzó un mensajero del general de las tropas francesas y en nombre de éstas les intimó a que depusieran las armas y regresaran tranquilos a sus casas, puesto que el ejército francés solamente hacía la guerra a las tropas regulares y no a los paisanos, y les informaba que si no accedían a tales propuestas tenía ya allí una división francesa, que esperaba otra y que pronto también llegaría la de Saint-Cyr, para obligar por la fuerza a los que no quisieran permanecer pacíficos de grado.
La contestación de los vallesanos no se hizo esperar. Al día siguiente, Sábado de Gloria, la entregaron por escrito al general francés en su mismo campamento de Granollers. Decía así:
Estos paisanos, que tienen a grande honor de ser una porción, bien que pequeña, de la noble, generosa y valiente Nación Española, están íntimamente penetrados de los males que han recibido de las tropas francesas en las muchas ocasiones, que por desgracia han invadido sus pacíficos domicilios: las casas incendiadas, los muebles y efectos robados, las tímidas mujeres violadas, asesinatos a sangre fría, y sobre todo profanados los objetos de la Religión de sus padres, han sido el fruto de sus servicios que habían prestado a aquellas tropas cuando el Gobierno Español mandaba alimentarlas.Horrorizados justamente de tan duros procedimientos, no tienen otro arbitrio que repeler la fuerza con la fuerza, y por más que por sí solos no puedan sostenerse en sus pueblos abiertos e indefensos, se atrincherarán en los montes inmediatos, serán sus valles los fuertes que les defenderán y desde ellos opondrán a sus enemigos la más tenaz resistencia, mientras el Gobierno les ordene mirar como a contrarios a los vasallos de Napoleón.El general que manda en Cataluña a las tropas españolas es el conducto por el cual deben venir a dichos paisanos las órdenes a que deben sujetarse. En este instante se da parte a S.E. de la proposición que motiva, este escrito: sus mandatos serán los únicos obedecidos, y entretanto se espera de la benignidad del general francés, que cesarán las hostilidades en estos pueblos, que en este supuesto no cometerán alguna contra las tropas francesas, aunque permanecerán los paisanos en los puntos que ocupan.Historia crítica de la Guerra de la Independencia en Cataluña (Antonio Bofarull y de Brocá, 1836)
Si contra toda esperanza fuera desatendida tan justa proposición, no habrá medio de que no se valgan estos naturales, para librarse de la invasión que padecen: son muchos sus recursos, nunca se rendirán a un poder que no les ha manifestado otro derecho que el de la fuerza. Émulos en valor y constancia de toda la España que resiste tan inmenso poder, no se separará jamás este partido de los nobles sentimientos que respeta la nación entera. El general Saint-Cyr y sus dignos compañeros, podrán tener la funesta gloria de no ver en este país más que un montón de ruinas; podrá gozarse como los caníbales de pasearse sobre los cadáveres que sacrificare a su furor, pero ni ellos, ni su amo dirán jamás, que este partido del Vallés, rindió la cerviz a un yugo que justamente rechaza toda la Nación.
Esto responden todos los paisanos del Vallés representados en los que ocupan las expresadas alturas. A 1.º de abril de 1809.
LOS PAISANOS DEL VALLÉS.
La Tradició de Catalunya
El fallido intento de Napoleón de anexionar Cataluña a Francia .1810-1814. Por Rafael María Molina
RAFAEL MARÍA MOLINA - 5 OCTUBRE 2019
Napoleón intentó muy seriamente llevar a cabo la anexión de Cataluña a Francia (algo que, de hecho había sido una constante en la política francesa durante siglos). Y no solo de Cataluña. Ya en febrero de 1810 decretó que Cataluña, Aragón, Navarra y las Provincias Vascongadas (todas las regiones españolas al norte del Ebro) pasarían a depender únicamente de gobiernos militares franceses creados al efecto, segregando así a estas regiones de la España gobernada por su hermano José Bonaparte, una situación que duraría casi toda la guerra (1808-1814).
Además, en su correspondencia a sus militares en España dejó bien claro que su objetivo era que estas regiones quedaran unidas a Francia perpetuamente. En el caso de Cataluña esto se acompañó del intento de estimular el sentimiento particularista y separatista en los catalanes. En abril de 1810 el gobierno militar francés de Cataluña, al mando del mariscal Augereau, quedó rebautizado oficialmente como “Govern de Catalunya” en una solemne ceremonia oficial en Barcelona mientras quedaban arriadas las banderas españolas y se sustituyeron únicamente por banderas francesas y catalanas. El castellano quedó suprimido como idioma oficial siendo sustituido por el catalán y la idea era introducir progresivamente el francés.
El hombre de confianza de Augereau, el intendente de Gerona, Tomás Puig, el principal dirigente afrancesado en la Cataluña de la época elaboró para Augereau un “Plan de Organización política para Cataluña” que preveía, además de la anexión a Francia, un amplio programa de eliminación del español como idioma jurídico, la introducción del Codigo Civil francés napoleónico y numerosas medidas para incautar bienes eclesiásticos, eliminar conventos y monasterios, “eliminando la influencia religiosa del espíritu de los catalanes”, entre otras medidas. Se trataba, obviamente de impulsar legalmente en Cataluña las ideas de la Revolución francesa.
Más tarde en enero de 1812 Cataluña, gobernada entonces por el general francés Decaen quedó dividida en 4 departamentos (en la organización territorial francesa, los departamentos vienen a ser lo que en España son las provincias) y se dio un paso más hacia la anexión enviando un gran número de funcionarios franceses a Cataluña, mientras se instauraba oficialmente el Código Civil francés en la región. Todo el proceso de anexión estaba muy detalladamente organizado, pero se encontró un grave problema: Fue totalmente rechazado por la gran mayoría de los catalanes de la época. Mientras Napoleón y sus afrancesados trataban de atraerse a los catalanes, miles de jóvenes catalanes estaban luchando junto a las fuerzas militares españolas en defensa de la Religión, de España, de Fernando VII y de la Cataluña tradicional con un apoyo popular masivo, (como admiten los historiadores catalanes especializados en la Guerra de la Independencia, como Mercader y Riba y muchos otros) por mucha consternación que ello cause a los independentistas hoy.
El momento más difícil de la Guerra, para los patriotas en toda España y especialmente en Cataluña fue el año entre el verano de 1811 y el verano de 1812 aproximadamente. Fue un período en que momentáneamente la ocupación militar francesa pareció consolidarse en España, así como la desmembración de ésta con una serie de victorias del ejército napoleónico que parecieron poner en jaque a la guerrilla patriótica española. Lejos de desanimarse, la reacción de los guerrilleros en toda España fue redoblar la lucha. En Cataluña, el ejército español, formado por 5 pequeñas divisiones de origen guerrillero mandado en esta época por el general Luis Lacy, (natural de Cádiz, de ascendencia irlandesa) no se quedo atrás. Lacy y sus lugartenientes como Manso, Miláns del Bosch, el Barón de Eroles, se lanzaron a una guerra total contra los franceses utilizando por primera vez medios como los explosivos o el veneno contra los soldados franceses, los cuales llevaban a cabo durísimas represalias. Fue el periodo más sangriento de la guerra. A partir de agosto de 1812 con la gran derrota de los franceses ante el ejército angloespañol mandado por el inglés Duque de Wellington en la batalla de los Arapiles, cerca de Salamanca y las noticias del desastre francés en la campaña de Rusia en los meses siguientes, dieron un vuelco a la situación y empezó a percibirse claramente que Napoleón sería finalmente derrotado y sus planes de desmembración de España, afortunadamente arruinados.
https://elcorreodeespana.com/histori...ia-Molina.html
«¿Cómo no vamos a ser católicos? Pues ¿no nos decimos titulares del alma nacional española, que ha dado precisamente al catolicismo lo más entrañable de ella: su salvación histórica y su imperio? La historia de la fe católica en Occidente, su esplendor y sus fatigas, se ha realizado con alma misma de España; es la historia de España.»
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