Las tropas musulmanas, dirigidas por Tariq, aprovechan la desestructuración social y política para cruzar el estrecho de Gibraltar y derrotar al rey visigodo Rodrigo en Guadalete, durante el verano del año 711.
La ocupación sistemática de la Península la desempeñó, desde el 712 Musaibn Nusayr. Las relaciones entre las distintas zonas de dominio visigodo estaban muy divididas por fuertes conflictos entre líneas de sucesión (clientelas) y eso explica la escasa resistencia que obtuvieron las tropas musulmanas y la rápida ocupación peninsular.
Fue entre los años 712 y 714 que los musulmanes se apoderaron de Zaragoza y devastaron las tierras del noreste peninsular (Huesca, Lleida, Girona, Tarragona o Barcelona).
fue en esta última ciudad donde encontraron más resistencia; eso significó la destrucción de algunas poblaciones y la huida de sus habitantes hacia territorio norteño (básicamente los Pirineos y zonas de difícil acceso).
Posteriormente, entre el 717 y 718, el valí Al-Hurr y sus ejércitos realizaron nuevas incursiones por la Tarraconense, donde se obligó a las poblaciones que presentaban resistencia a la sumisión mediante los pactos de paz y el pago de tributos.
Pocos años después (720) los musulmanes atraviesan el Pirineo y prenden Narbona por la fuerza, Carcasone, Nimes y el resto de la Septimania, la última provincia goda aún independiente.
Los francos se organizan para frenar este proceso expansivo que tenía la intención de unirse con la expansión por Oriente y así conseguir el dominio total de lo que hoy conocemos como Europa.
La batalla que es el símbolo del cambio es Poitiers en el año 732. Los pipínidas, Carlomagno y su hijo Luís el Piadoso empiezan a recuperar territorios.
Los francos establecen guarniciones en el Pirineo de Navarra y Aragón, y el conde de Tolosa tomaba posesión de las tierras del Pallars y la Ribagorça.
Unos años más tarde, cuando ya se han perdido las posiciones carolingias del Pirineo navarro aragonés, se paraba la expansión.
Se formó una "frontera hispánica" del Imperio de Carlomagno, lo que hoy se llama la "Catalunya Vella", región situada al sur de los Pirineos y delimitada por el río Cinca en el este, Segre, sierras del Cadí, de Montserrat y del Garraf y por el Llobregat llegaba al mar.
Los cronistas, para hablar de esta zona utilizaron el término de "Marca Hispánica", para referirse a los condados fronterizos con el Imperio (marca significa frontera) que se encontraban en tierra Hispánica.
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