¡Viva la coherencia! O sea, que habiendo sido el uno de la Falange Auténtica, que nunca tuvo nada de ultraderechista por cierto, se va al PP, mientras su compañera de "contubernio municipal" se pasó a las filas eunucas de ERC. ¡Jo, qué tropa! así va España, prosperando. Cualquier día nos encontramos con que al fantasma de Stalin lo nombran presidente de alguna entidad bancaria.