Re: La creación, la nada y el azar
¿Y qué significa entonces que la creación ha existido? Si nos atenemos a lo que expone Santo Tomás de Aquino, resulta que él diferencia entre origen del Universo y comienzo del mismo. El comienzo es un acontecimiento temporal que, además, coincide con el origen del tiempo.
A su vez, la creación es la explicación del origen o fuente de existencia del Universo. Por ello, Sto Tomás considera que la creación se puede demostrar a través de la Metafísica que, en su tiempo, todavía gozaba del estatus de Ciencia. Así lo afirma cuando dice que "No sólo la fe sostiene que hay creación, sino que la razón lo demuestra." Si hablamos del Génesis se nos dice y, lo que es más extraordinario, en la descripción de la misma están los mismos elementos que después la razón despojada de la fe viene a confirmar: ¿qué, sino, se desprende del orden de creación de la luz, el cosmos y, finalmente de las estrellas, mientras en la Tierra se separan las tierras del mar, la aparición de los peces, las plantas, los animales y, por último, el hombre?
¿Es que acaso no es este el orden natural conocido por las Ciencias, fuera de la Tierra y sobre la propia Tierra? Hablamos de lo mismo, pero para su conocimiento se usan imágenes diferentes. Si a un hombre de hoy no se le puede hablar en términos metafóricos, o mediante expresiones poéticas, ¿acaso a un hombre antiguo se le podía hablar de átomos o de la doble naturaleza de la luz? Sin embargo, hay una perfecta concordancia entre estos puntos del Génesis y cualquier explicación general científica actual.
Siguiendo con Tomás de Aquino, podemos comprobar que establece dos sentidos de creación a partir de la nada: uno filosófico y otro teológico:
1.- El sentido filosófico indica que Dios, sin causa material previa, hace existir todas las cosas como entes diferenciados de Él mismo, aunque siguen siendo dependientes de la causa de su existencia.
2.- El sentido teológico, por su parte, contiene en si el sentido filosófico que amplia con la información de que el universo es finito, es decir, tiene principio y tiene fin.
Tomás de Aquino advierte también, que la Causalidad del Creador lo es a todo lo que hay en cada cosa creada. Insiste en que la creación es a partir de la nada, porque nada increado preexiste a la Creación.
Y después de haber establecido cómo es la inexistencia de la nada en el mensaje anterior ¿cómo se entiende lo que dice Santo Tomás? Yo lo entiendo de una forma metafórica así:
Voy a tomar la explicación de la metáfora con precauciones, pues no quisiera difundir ningún aspecto que no se ajuste a la Verdad de la Revelación o a su interpretación posterior de la Iglesia. Y tomo también las lecturas de TOLKIEN como escritor y sus explicaciones sobre la sub-creación.
Un escritor imagina su argumento, le da forma, estructura, planteamiento, desarrollo, final y todo ello lo plasma mediante la palabra sobre un medio. ¿Qué hay antes en su mente de que empiece a realizar su obra? Obviamente, nada al respecto, pero no olvidemos que el escritor es de por si un ser creado antes. Ahora bien, dicho escritor redacta su novela, crea ambientes o mundos, crea situaciones, les da temporalidad, crea personajes, es decir, proyecta fuera de si toda su obra.
Ahora prensemos en que Dios puede proceder de un modo similar, pero hay algunas diferencias. La primera es que Dios es increado, es eterno y existe siempre. La segunda, es que tiene una capacidad de proyectar realmente lo que su mente crea, fuera de Él mismo, dando corporeidad a su obra. Y mientras las circunstancias y personajes de la obra del escritor sólo existen en su mente y sobre el papel, lo creado por Dios tiene entidad propia, existe y vive realmente fuera de la mente de Dios. Tanto es así que, hasta en el caso del hombre, se rebela contra su Creador. ¿Significa esta circunstancia una imperfección? Para nada, pues al dar la vida y la inteligencia racional, Dios da también la libertad al pensante creado. "Hagamos al hombre a mi imagen y semejanza". Dios piensa y el hombre piensa; Dios crea y el hombre sub-crea. Pero el hombre está limitado en relación a su Creador, porque la criatura no puede ser superior a su creador.
Ahora bien, lo escrito en estas líneas no es sino un paupérrimo intento de aproximación a la idea de crear a partir de la nada. Sólo para Dios es posible contener en su mente "la nada" y el Universo entero. TOLKIEN escribió toda una mitología para Arda y todo un mundo en la Tierra Media, pero ¿dónde está esa sub-creación? Su autor ya falleció y con él toda su obra. Habrá quien diga que sigue estando en sus escritos, novelas y hasta películas. Pues pienso que no. Lo que nos queda es una descripción, sobre la que se han hecho copias e interpretaciones, pero ¿dónde están Aragorn, Légolas, Frodo...? En ninguna parte, no viven por si mismos, sólo existen en el recuerdo registrado de un relato.
¿Dónde está todo lo creado por Dios? a nuestro alrededor, lo podemos ver, lo podemos contemplar, discutir sobre ello o, simplemente, disfrutarlo. Pero ahí lo encontramos, somos conscientes de ello y de nosotros mismos, todo es independiente de nosotros y pese a ello formamos parte de la totalidad de la Creación.
Última edición por Valmadian; 07/12/2012 a las 22:54
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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