Le cito de Mariano Artigas.Si así hubiera sido, jamás hubiesen juzgado a Galileo. Observo una cierta contradicción en lo que dice.
Copérnico pudo haber sido acusado por las mismas causas, por tanto, s¡gue sin responderse a la pregunta de ¿por qué no a él?, y sigo afirmándome en que había otras motivaciones. El seguimiento de la causa así lo hace ver con bastante claridad.
Mariano Artigas. “Ciencia, razón y fe” (pag. 34)
Galileo creía haber demostrado la verdad del sistema copernicano, lo cual no era cierto, y sus jueces decían que el heliocentrismo estaba en contra de la Biblia, lo cual nunca ha sido verdad. En cambio, Galileo acertaba teológicamente al afirmar que el heliocentrismo era compatible con la Biblia, y sus jueces consideraban con razón que las pruebas científicas del heliocentrismo no eran concluyentes.
(…)
Precisamente, el cardenal Belarmino le sugería [a Galileo] que indicase que el sistema heliocéntrico era solamente un hipótesis útil para los cálculos matemáticos. Si Galileo hubiera aceptado este planteamiento, nunca se hubiera dado el proceso ni la condena. Pero Galileo creía que los enunciados científicos se podían establecer con certeza indudable mediante la verificación experimental, esto es, al comprobar que de ellos se deducen consecuencias que están de acuerdo con los experimentos. Paradójicamente, la moderna filosofía de la ciencia sostiene que esto no es verdad. De acuerdo con la lógica, un enunciado universal (que se refiere a todos los casos posibles del tema que afirma) no queda establecido porque se comprueben algunas de sus consecuencias, puesto que esas consecuencias pueden derivarse también a partir de premisas diferentes. Así, una teoría nunca quedará establecida con certeza de modo definitivo. En cambio, basta que una sola de sus consecuencias sea falsa para poder afirmar que la teoría es falsa, al menos en alguno de sus supuestos. Esta peculiaridad lógica era ya bien conocida en la época medieval, y existía una larga tradición según la cual las hipótesis astronómicas eran simplemente eso, hipótesis que permitían “salvar los fenómenos” observables con más o menos acierto, sin que un mayor acierto permitiera calificarlas como verdades ciertas. En nuestra época, Karl Popper ha insistido con fuerza en el tema, consiguiendo el asentimiento prácticamente unánime de los filósofos sobre esta cuestión.
Pues eso.En cuanto a la elección entre geocentrismo y heliocentrismo, no hay posicionamiento oficial,
Que no, Valmadian. La sentencia dice: "fue denunciado (...) por sostener como verdadera una falsa doctrina enseñada por algunos, a saber: que el Sol está inmóvil en el centro del mundo (...);así como por publicar ciertas cartas sobre las manchas del Sol, en las que desarrolla la misma doctrina como verdadera".Dicha acusación es evidente que se refiere a que se negaban a admitir que en el Sol pudiera haber manchas
Cuando la sentencia dice "la misma doctrina" se esta refiriendo a la doctrina del Sol inmóvil en el centro del mundo y no a las manchas solares. Es como si yo publicara unas cartas destinadas principalmente a defender el dogma de la Inmaculada Concepción de María (ningún problema) pero circunstancialmente deslizo en esas mismas cartas una frase en la que niego el dogma de la Virginidad Perpetua (ahí estaría el problema).
Ver más arriba lo que dice Mariano Artigas sobre el método científico y su aplicación concreta al caso Galileo.Ya se ve, rotundamente si, vamos. ¿Sobre qué obligaron a Galileo a retractarse públicamente, acaso a negar que los burros volaban? Acaba usted de incurrir en una evidente y manifiesta incoherencia.
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