Respuesta: El Evolucionismo, por P. Baliña.
Es un placer leerte Felipe. En relación al tema no daba por hecho que fueras "fundamentalista", sino que en mi respuesta he intentado hacer ver que a la fecha de hoy existe un "totus revolutum" que no hay quien lo deshaga. La ciencia "ha sido usurpada" por los enemigos de Dios, la ciencia que es de nacimiento y desarrollo de base cristiana ha sido invadida y vuelta contra la fe y contra el propio hombre. En los siglos de Grecia, con todo lo que supusieron sus genios y aun contando con los conocimientos anteriores de egipcios, persas, etc., no fueron capaces de sentar el fundamento empírico de las ciencias, algo peculiar dado que el nacimiento de la filosofía si se la debemos a ellos.
Absurdamente se opone ciencia a religión y religión a ciencia, pero no sólo entre los materialistas, sino también entre un sector de los propios creyentes, cuando el materialismo es una forma ideológica o "creencia", por diferenciación a "idea", del mismo modo que la fe es igualmente "creencia". Por eso, entiendo que la ciencia, que se ocupa de la realidad observable y tangible, que es una forma de ordenar el conocimiento humano acerca de lo que existe, debería ser un "terreno neutral", un "espacio de nadie", mientras que la fe se refiere a una realidad última del hombre trascendiendo lo que es el campo científico. Y así, mientras para los primeros la realidad última sólo dura los días de la vida terrenal, para quienes tenemos la fe la realidad última es la vida en Dios, es decir, la eternidad.
Por ello, el problema del intento de demostración de la existencia de Dios es imposible. Ellos pretenden que lo hagamos, pero ese no es el tema, los creyentes no nos cuestionamos su existencia, son estos otros quienes lo hacen y la gran dificultad para ellos está en ¿cómo se demuestra aquello que para ellos no existe? Es decir, ¿cómo se demuestra la inexistencia de algo? ¿Sólo por una ausencia de pruebas? Su ilógica les lleva a admitir sin tapujos la frase de Sagan acerca de la ausencia de pruebas sobre vida extraterrestre inteligente que expresó así: La ausencia de pruebas, no es prueba de la ausencia. ¿Por qué, pues, este juego de palabras sí es válido con todo lo que encierra de fe materialista y no lo es la fe en Dios? Habría que preguntárselo a los incongruentes.
El problema empieza, y se prolonga hasta hoy, cuando ciertos elementos quieren borrar a Dios del lenguaje hablado por los científicos como, por ejemplo, cuando Newton elaboraba sus leyes sobre el movimiento de los cuerpos en el espacio lo hizo sin dejar de alabar a Dios por sus maravillas.
De eso, al siguiente paso de atacar expresamente la fe, sólo hizo falta que la ciencia se desplegase en multitud de "ciencias particulares" y, éstas a su vez, en microespecialidades. Hoy estamos en la tercera fase: la divulgación del conocimiento científico superficial e inconexo (es imposible divulgar la multidisciplinariedad científica sin llegar al caos), más "el chollo" con el que se han encontrado algunos "malos científicos" (Sagan, Dawkins, Atkins... y otros) para hacerse famosos y "vivir del cuento". Paradigma de esto son la famosa serie "Cosmos" de Sagan, en la que hasta planteaba el conocimiento del Universo mezclando la física con las filosofías orientales. O el caso de R. Dawkins, que siendo biólogo le constituyen una cátedra en Oxford exclusivamente para él sobre "compresión pública de la ciencia" (?????) ¡toma nísperos! Es decir, "le han puesto" una fábrica de sueños ateos para que pueda mentir con el sello del prestigio de dicha Universidad y, además, se haga de oro con los libelos que publica.
El cuarto paso nos lo podemos imaginar, se llegará a las persecuciones como en tiempos de Nerón. Siempre y cuando no reaccionemos y nos lancemos a una nueva cruzada, esta vez intelectual, contra los enemigos de Dios. No olvidemos las palabras de Cristo, No penséis que he venido a poner paz en la tierra; no vine a poner paz, sino espada. (Mt, 10-34) Entendiendo la palabra "espada" en sentido metafórico, pues sobradamente sabemos de su rechazo de la violencia física.
Por último, por ahora, está el problema de los receptores del mensaje pseudocientífico. Sobre ello ya escribí mis impresiones en el hilo "aficionados a la ciencia", en el que planteaba quienes son y comentaba cual es su preparación previa. Un ejemplo puede ser la total y completa ignorancia generalizada sobre la teoría de la evolución ¿teoría? No hay UNA teoría, sino VARIAS teorías: la de Wallace y Darwin, la Sintética (S. Wrigth, R.A. Fisher, J.B.S. Haldane) que mencionas, el Lamarckismo o transformismo ( además de Lamarck, reformulado por Mayr y Cannon), el macromutacionismo o teoría de los saltos ( Goldschmidt, Schindewolf y las posteriores reformulaciones de otros), la evolución por ortogénesis (Jepson), el neodarwinismo, más recientemente, la teoría neutralista (M. Kimura), o la teoría del equilibrio puntual ( N. Eldredge y S.J. Gould) y estas son sólo las principales.
Como resulta lógico verdad no hay más que una, no son verdades las verdades a medias o medias verdades, luego no pueden ser ciertas todas estas teorías y, puesto que no lo son, podemos obtener la lógica conclusión de que todas son falsas, no sólo por oponerse entre ellas y que no se diferencie el trigo de la paja, sino sencillamente por que mientras sigan surgiendo será por que no se ha llegado a ninguna conclusión cierta.
Un saludo en Xto.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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