Re: El "Tarzán" anticatólico
Algunas críticas de la película en Filmafinity:
Los amigos de los animales
Ante esta moda ya establecida de rescatar y reciclar personajes ya muy conocidos y llevarlos de nuevo a la gran pantalla, le llegó el momento a Tarzán, el personaje creado por Edgar Rice Burroughs es llevado de la mano de David Yates, el realizador de las últimas 4 películas de la saga de Harry Potter y la inminente ‘Animales fantásticos y donde encontrarlos’.
La historia pretende ser una secuela y al mismo tiempo iniciar una posible nueva saga de películas, por lo que la trama se ubica unos años después de la historia conocida, Tarzán (Aleksander Skarsgård) es ahora un civilizado caballero que recibe una invitación del rey de Bélgica para volver al Congo.
El viaje lo emprende junto a su esposa Jane (hermosa y muy desaprovechada Margot Robbie) y un hombre venido de los Estados Unidos (Samuel L. Jackson), pero todo resulta una trampa de Leon Rom (Christoph Waltz), quien pretende secuestrarlo y entregarlo a un vengativo africano.
El que parecía el primer acierto de esta nueva adaptación de Tarzán, el no volver a contar los orígenes del personaje, es rápidamente desechado al apenas arrancar el metraje, al recurrir a algunos flashbacks que en paralelo van contando esa historia por todos conocida, decisión que colabora a que el inicio se perciba demasiado lento.
La película cae en diversas inconsistencias y subtramas innecesarias que no terminan por desarrollarse y personajes como el de Samuel L. Jackson que nunca cuaja como el recurso cómico de la historia, un Christoph Waltz repitiendo ese villano reventón en el que se ha encasillado y un Tarzán carismático pero insuficiente para sostener el relato, que padece ante las inevitables comparaciones con versiones anteriores y muy superiores, o con ciertos pasajes que recuerdan y engrandecen a la reciente ‘El libro de la selva’.
El filme busca siempre que cada elemento se vaya sumando para que todo confluya en un final espectacular, pero cuando este llega son tantos los personajes y el caos que todo termina por ser abrumador y carente de emociones, dando como resultado una película sin alma que no consigue ser del todo entretenida.
La leyenda de Tarzán, de David Yates | TantoCine.com
Tarzán o no Tarzán
Tarzán, versión David Yates (en su primera película después del apoteósico final que dio a Harry Potter y antes de regresar, este mismo año, al mundo mágico de JK Rowling con Animales fantásticos y dónde encontrarlos), es una correcta cinta de aventuras. De hecho, es posible que sea la mejor cinta no animada que se ha hecho del personaje de Edgar Rice Burroughs en mucho tiempo, o quizás en toda la historia del cine. Estéticamente es bellísima, los efectos visuales lucen espectaculares, es entretenida gracias a su ajustado metraje y está rodada con enorme gusto por Yates, que ya ha demostrado con creces que es un gran, y versátil, realizador.
Sin embargo, hay un problema si una película de aventuras se tiene que plantar prácticamente en el minuto 50 para que empiecen a pasar cosas. No es que antes no haya sido interesante (la cinta cuenta con un buen desarrollo de personajes del que se benefician especialmente los dos estupendos protagonistas, Alexander Skarsgard y Margot Robbie; a Christoph Waltz vamos a dejarlo a un lado, porque por muchos dos Oscar que tenga, hace siempre lo mismo y pone siempre la misma cara. No sé si a un gran actor que siempre hace lo mismo se le puede seguir llamando un buen actor...), pero sin duda le falta acción y le falta espectacularidad más allá de los efectos visuales. El otro problema es su indefinición. La película no sabe muy bien lo que quiere ser. Parece presentar una historia "nueva", con cierto contenido político incluso, pero cada dos por tres está deteniendo la narración para insertar flashbacks sobre la historia más clásica de Tarzán y su relación con Jane. Es como si Yates, queriendo presentar algo nuevo, no pudiera desprenderse de la imagen clásica del personaje por miedo a... ¿a qué? ¿a que la gente no lo reconozca o no le guste?
Con todo, correcta cinta que devuelve el sabor clásico de las aventuras africanas de uno de los personajes míticos de la literatura universal.
Lo mejor: Su estética, bellísima, y el esfuerzo notable de Margot Robbie y Alexander Skarsgard por hacer interesantes sus personajes
Lo peor: No tiene claras sus intenciones.
No aburre, pero tampoco se le recuerda
Enésima versión en carne y hueso –y CGI- de Tarzán, quizás un personaje muy anticuado para las nuevas generaciones, o tal vez no. Lo cierto es que esta versión no es de las más memorables, no aburre, pasan cosas todo el tiempo, pero ninguna es demasiado interesante y uno está al borde del aburrimiento la mayor parte del tiempo.
Tarzán ahora tiene a su “Robín”, es decir Samuel L. Jackson, como el embajador de Estados Unidos en el Congo Belga, algo que no sé si es históricamente exacto o qué, pero en realidad no importa. Por cierto de que aunque su presencia es importante eso no quita de que Tarzán caiga nada sutilmente en el estereotipo “salvador blanco”
Mención aparte merece el personaje de Jane, quien ahora es el estereotipo de “personaje femenino fuerte” que parece adorar Hollywood, y no estoy en contra de ese tipo de personajes, pero se ha transformado en un cliché que a menudo revela cuan poco cuidado pone Hollywood en las mujeres, en este caso Jane es “badass”, “patea traseros” y es ruda, al principio al menos, pero después pierde todo protagonismo y su rol se reduce al de adorno, dedicándose a mirar como Tarzán y su mejor amigo negro resuelven las cosas.
Todo el mundo moderno se divide en progresistas y en conservadores. La labor de los progresistas es ir cometiendo errores. La labor de los conservadores es evitar que esos errores sean arreglados. (G.K.Cherleston)
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