Respuesta: Benedicto XVI elogia la liturgia cósmica de Teilhard de Chardin
En ocasiones uno se queda que no sabe qué pensar o decir.
En relación directa con esto es prudente reproducir algunas cuestiones acerca de este más que controvertido personaje el cual, de pronto, es objeto de alabanza nada menos que por parte del Santo Padre.
No obstante, hay que recordar que el Papa sólo es infalible en "materia de fe", en lo demás sus opiniones son perfectamente cuestionables, pero por favor prescindamos del insulto.
Reproduzco algunos párrafos de un artículo de fondo publicado hace unos días en elnuevoalcazar.es por Ángel David MARTÍN RUBIO en la sección "Columnistas" y bajo el epígrafe "Evocando a Teilhard de Chardin":
"El 6 de diciembre de 1957, el Santo Oficio ordenaba retirar de las bibliotecas y librerías católicas las obras de Teilhard al tiempo que prohibía su lectura y difusión. El 30 de junio de 1962 la misma Congregación publicaba un Monitum en el que se declara: "Independientemente del juicio con respecto a los aspectos referentes a las ciencias naturales, es claro que sus obras presentan, en las materias filosóficas y teológicas, ambigüedades, más aún, errores graves, que dañan la doctrina católica".
Junto con este texto, en "L'Osservatore Romano" del mismo día apareció una exposición oficiosa atribuida al propio Santo Oficio sobre las razones que fundamentan la medida tomada. Se afirma en primer lugar que Teilhard incurre en una indebida transposición al plano teológico de términos y conceptos tomados de las teorías sobre el evolucionismo y que, como consecuencia, se derivan graves errores (seguimos la exposición hecha por José Luis LLANES en la GER):
--Una defectuosa explicación de la Creación, que no salva la libertad del acto creador divino ni la ausencia de un sujeto preexistente;
--diversos puntos débiles en la descripción de las relaciones entre Dios y el mundo, que hacen que no quede clara la trascendencia divina;
--presentar de tal manera a Cristo que no se salvan la libertad y gratuidad de la Encarnación;
--desconocer las diferencias y los límites entre la materia y el espíritu; una concepción insuficiente del pecado, que es reducido a una realidad de carácter exclusivamente colectivo;
--una presentación naturalista de la ascesis y de la vida cristiana.
Cualquier intento de reivindicar al heresiarca francés o de fundamentar alguna de las realidades de la fe católica o de la vida cristiana sobre la doctrina o ejemplo de quien proponía la autodisolución del cristianismo para dar paso a una religión renovada que es en realidad una nueva religión cómoda y aceptable para el hombre moderno, no podrá evitar las críticas racionales y teológicas que cabe hacer a la obra de Teilhard de Chardin, menos aún las referencias contenidas en la Humani generis y las condenas explícitas del santo Oficio. Esperamos, al menos, que si alguien así lo pretende, el discernimiento de sus afirmaciones ayude a los católicos a adherirse a la doctrina perenne de la Iglesia, incompatible con el discurso neo-modernista. Incompatible con la significación que Jacques MITERRAND, atribuye a la obra de Teilhard:
"Teilhard de Chardin cometió el pecado de Lucifer que Roma reprochó a los masones: en el fenómeno de la 'humanización', el hombre es el que se encuentra en el primer plano. Cuando la conciencia alcance su apogeo, el Punto Omega, como dice Teilhard, el hombre será tal como lo deseamos nosotros, libre en su carne y en su espíritu. Así Teilhard puso al hombre en el altar y, al adorarlo, no pudo adorar a Dios. (Jacques MITERRAND --Ex Gran Maestre de una logia y hermano del presidente socialista y también masón--, en RENÉ VALVÉVE, "Teilhard l'apostat" p.52, cit. por DOMINIQUE BOURMAUD, ob.cit., p. 246)
Sugiero la lectura completa del artículo en el enlace puesto más arriba. ¿Qué debemos pensar los católicos de todo esto? En mi opinión mantenernos en LA VERDAD del NT y en la Doctrina de Santos Padres, mientras tanto mantener la Esperanza porque todo está escrito, al igual que el triunfo final: "aquel que persevere será salvo".
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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