Bélgica; la iglesia se vuelve un bazar
«Costos de gestión y de manutención demasiado altos»: en el corazón de la capital belga, la iglesia de Santa Catarina será desmantelada y transformada en bazar. En la ex hipercatólica Bélgica (el país en donde el rey Baldovino se negó a firmar la ley sobre el aborto por motivos de conciencia), un lugar simbólico de la fe será convertido en un mercado cubierto para fruta y verdura. Por decisión de la Fábrica de Santa Catarina, la homónima iglesia de Bruselas cerrará sus puertas el 31 de diciembre, en vista de su transformación en un espacio comercial desacralizado.
El asesor de Turismo, Philippe Close justifica esta clamorosa clausura con los recortes necesarios por «insostenibles» gastos de manutención. El edificio sacro fue restaurado hace poco y los fieles responden que las cifras no son correctas y piden que Santa Catarina permanezca abierta al culto. Muchas otras iglesias de Bruselas podrían correr la misma suerte. El difundido proceso de secularización (al que contribuyen los escándalos sexuales encubiertos por las jerarquías eclesiásticas) ha provocado que ya no haya mucha gente que asista a la iglesia. Una estructura, propiedad del ayuntamiento de Bruselas, en malas condiciones y demasiado grande con respecto al reducido número de fieles. Por ello, a partir del 31 de diciembre, cerrará y tal vez se instale un mercado cubierto en su interior. Se estima que al rededor de 30 Iglesias de Bruselas podrían cerrar y sufrir restructuraciones de este tipo en los próximos años.
Hace no mucho tiempo pensaban demoler Santa Catarina para construir casas, después se propuso la idea del mercado (con un pequeño espacio para los fieles). Los católicos de la ciudad se han manifestado para protestar en contra del uso no religioso de la estructura. Pero incluso la archidiócesis de Bruselas habría mostrado su disposición para que sea convertida en un mercado, admitiendo que los lugares de oración de la zona son muy grandes con respecto al número de fieles. Además sostuvo que es necesario definir nuevamente con la administración (revisando caso por caso) el uso de ciertas iglesias.
El fenómeno de las iglesias vendidas y en las que se llevan a cabo actividades diferentes, incluso manteniendo la estructura original, se está difundiendo por la Europa del norte. Sobre todo en Gran Bretaña, en donde alrededor de 50 mil edificios de culto con problemas por los gastos de manutención se usan para albergar negocios, mercados u oficinas. El fenómeno tambi’en ha llegado a Italia. Hay iglesias reestructuradas y que tienen cocinas al interior. Otras están sumergidas en ambientes bucólicos, pequeñas y solitarias, con el toque de «dos corazones y una parroquia». Hay otras panorámicas con vista al mar, en el centro histórico (barrocas y manieristas). Otras, modelo loft. Todas ellas desconsagradas, que han pasado de las manos de la Iglesia a las manos de privados (sobre todo de familias nobles decadentes), después vendidas y en las que se ejercitan arquitectos y diseñadores para transformarlas en casas y oficinas “chic”.
Bélgica; la iglesia se vuelve un bazar - Vatican Insider
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