"Stultorum infinitus est numerus"

Tal como recoge el profesor Ivorra la fuente de esta famosa, tan empleada, y generalmente mal usada sentencia, es el Eclesiastes 1.15

En la Vulgata clásica la traducción del texto hebreo es realizada por San Jerónimo, uno de los cuatro grandes Padres de la Iglesia, por encargo del Papa y Santo Dámaso I, en 382, y es confirmada en el concilio de Trento como versión oficial de la Biblia de la Iglesia Católica (en nuevas ediciones que aparecieron sucesivamente: la Vulgata sixtina, de 1550, y la vulgata Clementina, de 1592)

Sin embargo, en 1965, durante el Vaticano II, Pablo VI designó una comisión para revisar la Vulgata a partir de consideraciones filológicas científicas sobre los textos originales, de la que surgió la Nueva Vulgata. En ella algunos pasajes fueron rectificados, entre ellos Ec. 1.15.

En efecto, en la Vulgata de San Jerónimo y de los papas a partir de San Dámaso y confirmada por el concilio dogmático de Trento y los papas siguientes hasta Juan XXIII se mantiene que el Eclesiastes dice:


  • Perversi difficile corriguntur et stultorum infinitus est numerus.

(Los malvados difícilmente se corrigen, y es infinito el número de los necios),

Mientras que en la Nueva Vulgata de Pablo VI y sus comisiones se quiere traducir por:


  • Quod est curvum, rectum fieri non potest; et, quod deficiens est, numerari non potest.

(Lo torcido no puede enderezarse y lo que falta no se puede contar).

La valoración intelectual y de santidad de los traductores y el conocimiento por la cercanía temporal de las fuentes, y por lo tanto la autoritas de ellos, dispone a aceptar una u otra

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