El precio de las tapas
Ayer Infobae publicó una interesante nota en la que se hace una lectura adecuada del documento emanado la semana pasada por un organismo de la ONU acerca de los derechos de los niños y la Santa Sede.
Paralelamente, Sandro Magister comenta en su página de L'Espressolos primeros resultados de la "consulta" que el papa Francisco realizó a los fieles católicos del mundo entero acerca de cuestiones relacionadas con la familia y la moral sexual. Los resultados provienen de Suiza, Alemania y otros países europeos y las opiniones podemos imaginarlas todos, como también podemos imaginar que los obispos de esas zonas han tomado partido decididamente en favor del parecer prevalente entre sus rebaños. Y lo propio ha hecho la mano derecha del papa, el cardenal centroamericano Oscar Rodriguez Madariaga.
Tenemos, en conclusión, una fortísima presión en dos pinzas sobre la doctrina católica y, concretamente, sobre el Santo Padre.
En el caso de la ONU, me parece que se trata de un hecho histórico en el que el "mundo" en cuanto tal, organizado en una central de naciones, prácticamente exija a la Iglesia Católica que cambie su doctrina milenaria sobre muchos aspectos de la moral sexual. En muchas ocasiones la Iglesia sufrió presiones por parte del mundo: Napoleón secuestró al papa Pío VII para que asistiese a su coronación en París y Garibaldi con sus masones invadió los Estados Pontificios y tomó la Ciudad Eterna con el silencio cómplice de todos los gobiernos del mundo, excepción hecha del Imperio Austro-Húngaro y Ecuador. Pero en estos casos, la presión, incluso física, tenía una finalidad enteramente política. A ninguno de estos gobernantes o representantes del mundo le importaba un comino la doctrina de la Iglesia en materia sexual y, muy probablemente, estarían de acuerdo con ella.
Ahora es distinto. La Iglesia puede, y pudo sobrevivir, con un territorio mínimo, pero la Iglesia no puede sobrevivir si su doctrina es negada o modificada en cuestiones dogmáticas. Y es esto justamente lo que está exigiendo el mundo, y también millones de fieles católicos acompañados con sus obispos. En pocas palabras, el mundo le está cobrando a Bergoglio las tapas de Times, Rolling Stones y The Advocate. Le dice: "Si sos pogre, demostralo, porque no se trata sólo de sacarte los zapatos colorados y de darle un sanguchito a un Guardia Suizo". Y los obispos le dicen: "Para algo te dimos el voto. Actuá en consecuencia".
¿Qué hará Bergoglio? La doctrina no es su fuerte y no creo que tenga mucha idea o interés al respecto. Nunca la tuvo; no tiene por qué tenerla ahora. La pregunta es si posee la habilidad política para superar este enorme escollo, sobre todo con el Sínodo sobre la Familia en las puertas.
Me permito dudarlo. Sus habilidades políticas se reducen a ser un puntero. Por ejemplo, a convocar a una reunión en el Vaticano a sindicalistas, empresarios y gobierno argentinos para evitar una nueva crisis en el país, con elecciones adelantadas que ganaría su enemigo Sergio Massa. Es verdad que la noticia él mismo la desmintió hoy a través de un increíble diálogo telefónico con una periodista de Crónica . Pero La Nación afirmó la noticia en dos oportunidades. ¿Quién miente? Entre Martín Fierro y el Viejo Vizcacha, siempre miente este último. Yo creo que el encuentro de reconciliación se le abortó antes de empezar y, para no hacer un papelón, lo negó.
Otras habilidades políticas del pontífice implican un viaje a Seul dentro de algunos meses donde, según se comenta, pedirá a Corea del Norte que se una con su hermana del Sur... Me hace acordar a Menen cuando se ofreció de mediador para el conflicto israelí-palestino.
Veremos qué hace.
Estimados, el Sínodo sería para alquilar balcones si no fuera porque en el escenario estará nuestra Madre la Iglesia, como Tosca, a punto de arrojarse al vacío.
P.S.: Se me ocurrió pensar lo siguiente. ¿Qué pasaría si el disparate de la unión de las dos Coreas le funcionara? ¿Qué pasaría si se le ocurre viajar a Damasco y resuelve el problema sirio? ¿Y si en su próximo viaje a Tierra Santa acierta con una salida para el conflicto entre judíos y palestinos? Sería el héroe del mundo; el Príncipe de la Paz... Me acuerdo de Felsenburg, y me da miedo.
The Wanderer: El precio de las tapas
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